Festival del Burro no puede convertirse en un revanchismo político: comunidad

Festival del Burro no puede convertirse en un revanchismo político: comunidad

El tradicional Festival Nacional del Burro que se realiza en el municipio costanero de San Antero, Córdoba, no puede convertirse en un escenario de revanchismo político.

En esa afirmación coincidieron varios de los organizadores del evento, quienes negaron en forma categórica que no hubieran permitido el desfile de dos burros, concretamente el del yoyo y el trompo, con el cual pretendían hacer una crítica al alcalde de la localidad, Denis Chica, por un contrato firmado para la enseñanza de juegos lúdicos a los menores.

La directora de la Casa de la Cultura de San Antero, Ingrid López Fayad, explicó que en la burralgata pueden participar libremente todas las personas que quieran mostrar su ingenio y su creatividad con los burros disfrazados, razón por la cual ambos ejemplares recorrieron las principales calles de la localidad en el marco del denominado desfile de Judas, pero que en el concurso formal solo pueden ser tenidos en cuenta los que se inscribieron formalmente en las fechas establecidas para tal fin.

«Nunca recibimos una inscripción formal del Yoyo o El Trompo pues de lo contrario hubiera podido participar libremente en el evento, pero lo llevaron a última hora, sin el lleno de los requisitos establecidos en el concurso», explicó la funcionaria.

Para la presente versión, explicó la directora de la Casa de la Cultura, se inscribieron 18 burros entre ellos Reforma Tributaria, Accidente por imprudencia, Trump, Polvo Festivalero, Burro Móvil Papal, Sábados Felices, Shakira en Bicicleta, Olla Podrida, José Quintana, Burro Reciclador, La niña Emilia y su historia y Paola Bertel de Sincelejo.

Los mismos de la revocatoria

Se conoció además que las personas que disfrazaron a los burros del yo-yo y trompo son los mismos que empezaron un proeso de revocatoria contra el alcalde Dennis Chica y quisieron aprovechar el evento para ponerle un toque político que se sale de la tradición.

Aún así hubieran podido concursar porque el evento se diseñó justamente para la sátira y la burla de personas de todo tipo, incluyendo a los mandatarios y políticos. Sin embargo, en este caso no cumplieron y por ello no fueron llamados a tarima, explicaron los miembros de la junta directiva del hospital.

Ese tema del yo-yo y del trompo fue cuestionado por veedores de la comunidad, tras la firma de un contrato de la administración con la Fundación Integral Nueva Vida, por valor de 65 millones de pesos, con el objeto de recuperar las costumbres ancestrales y los juegos tradicionales.

Los dos burros representaban una sátira por ese hecho, ocurrido en el mes de septiembre anterior, y no hubieran ningún tipo de inconveniente si se hubieran inscrito de manera formal, tal y como lo hicieron los dueños de los 18 burros que participaron en el concurso y que dio como ganador al Burro Móvil Papal, en el que se mostró todo el ingenio y la creatividad de sus propietarios, señalaron.

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