Es la Economía…¡estúpido! (versión colombiana)

Es la Economía…¡estúpido! (versión colombiana)

Por: William J. Otero  

El laureado asesor demócrata de la campaña de Bill Clinton en el 92, James Carville, se ideó unos de los lemas de campañas más simples, y a la vez más fulminantes de la historia electoral de los Estados Unidos. El presidente incumbe George H. W Bush aspiraba a su reelección y orientó el debate en torno a la estabilización del golfo pérsico y la etapa pos-guerra fría.  Bush sacaba pecho de haber sido el vicepresidente de Ronald Reagan, y el heredero de ese legado tan prestigioso.

Haber traído la paz al mundo después de décadas de guerra con la Unión Soviética, le daban a George Bush todas las credenciales para reelegirse como primer mandatario de los estadounidenses. No obstante, un provinciano humilde de Arkansas, le cantó la tabla al hombre más poderoso del mundo, y exclamó “Es la Economía, Estúpido”. Sucede que los niveles de deuda pública que tuvo que emitir Reagan en los 80, el gasto en el pos-conflicto, la reconstrucción de las relaciones diplomáticas, y la competencia con la Unión Soviética le pasaron factura a Bush. La economía americana venia colapsando, y nadie había dicho nada, porque la “paz” era lo primordial.

25 años después y miles de kilómetros al sur, vemos en Colombia un escenario parecido con matices similares que podemos resaltar. La conversación en torno al proceso de paz con las FARC, los escándalos de Odebrecht, la dicotomía Uribe-Santos, y el pos-conflicto; han desviado la atención, y mientras tanto nuestra economía va colapsando.

Como es de esperarse del Gobierno, siempre termina echándole la culpa a terceros. “Los precios del petróleo bajaron, y entonces los ingresos se redujeron”, dice Hacienda. Pues resulta que el petróleo solo representa el 37,1% según la CEPAL (Comisión Económica para América latina y el Caribe) de las exportaciones colombianas, a diferencia de paises como Venezuela, donde representa el 85%. ¿ Por qué no reinvertir en el agro entonces? Nunca lo sabremos.

La moneda colombiana esta devaluada, que no es precisamente malo, porque esto significa que nuestros productos se podrían exportar con mayor facilidad, como sucede en China. Sin embargo, nuestras exportaciones se han disminuido exponencialmente en el último cuatrienio.

En términos de desempleo, Uribe recibió a Colombia con una tasa del 16%, y se la entregó a Santos en un 11%. Hoy, siete años después, la tasa está en el mismo 11%.

En el 2011 la economía crecía a un 6,6%, mientras que en el 2016 la economía creció solo un 2% (según el DANE), esto significa, que si seguimos en esta tendencia llegaremos a una recesión, y el banco de la república no es muy optimista con las predicciones.

En el 2010 la inflación era del 3.17%, el 2016 cerró en el 5.75%, los precios incrementando y los impuestos subiendo.

El Banco Central mantiene la tasa de intermediación en el 7.25% (en el 2010 estaba en el 3%) y el Congreso nos aprobó una Reforma Tributaria con un IVA del 19%, ¿cómo se supone que los colombianos vamos a consumir entonces? Teniendo en cuenta que el consumo es en gran medida, un pistón del motor de la economía.

La deuda externa de Colombia ha alcanzado un pico histórico, 116.216 millones de dólares, es decir, 32 veces la fortuna de Trump. Esto representa el 41,4% del Producto Interno Bruto, PIB (según el último informe del  Banco de la Republica) ¡ Ay Dios mío, la herencia que le dejamos a nuestros hijos!

Si no hacemos reformas estructurales a nuestra economía, vamos a fallar como Estado, existen muchos «canceres», pero no hemos encontrado cura para ninguno, debido a la polarización política tan grande. Será que en la próxima contienda electoral  sale un provinciano y le canta la tabla al establecimiento? porque en realidad “Es la Economía, Estúpido”.

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