Corrupción, ¿indignación o complicidad?

Corrupción, ¿indignación o complicidad?

Por: Victorino Gasparín

Victorino Gasparin

“Los romanos tenían un concepto diferente de la política: lo más importante era el honor. Para llegar a la cumbre el candidato tenía que tener cu­rrículo: haber ocupado cargos, tener una educación y proceder de una buena familia. Pero además, tenía que tener patrimonio ya que había que presentar una fianza a principio del mandato. Y cuando finalizaba, se hacían las cuentas. Si te habías enriquecido, tenías que devolverlo todo”, explica Yébenes. “En caso de corrupción, habían dos penas muy severas: una era el exilio; la otra era el suicidio. Esta última, de alguna manera, era más recomendable porque por lo menos te permitía mantener el honor”, indica. Yébenes explica que en la antigua Roma había una doble moral: se diferenciaba claramente la esfera pública de la privada. Desviar los recursos públicos era una práctica reprobable, pero en los negocios particulares se hacía la vista gorda. (Tomado del libro “La corrupción en el mundo romano” de Sabina Perea Yébenes)

Robar es un pecado que al parecer no teme la clase política de Colombia y del departamento, la indignación se charla en silencio mientras la complicidad en las redes sociales de los fanáticos campea por la sabana defendiendo a sus ídolos de barro como aquel becerro de oro de carne y hueso al que idolatran hasta venerar sus más oscuras acciones; en el libro de Yébenes es claro que esta práctica de robar viene de siglos atrás y nada ha cambiado, con la diferencia de ayer; hoy, hasta que no se demuestre lo contrario el vasallo despojador de bienes del erario público es inmaculado hasta no verlo en la cárcel, mientras, cualquier sospecha lo traducen como un ataque a su devaluada honorabilidad.

Resultan muchos interrogantes; hay personajes que tienen en la Corte Suprema de Justicia de 3 a 8 investigaciones, que reposan ahí hace muchos años y aún no se producen fallos condenatorios, no obstante aparecen nombrados en escandalosos hechos de corrupción local y nacional, pregunto ¿Son honorables estos personajes que se ven involucrados en investigaciones? Léase bien, para que el entramado de la confusión no lo nuble, aquí no se está estigmatizando al pueblo, a la sociedad, al ciudadano, aquí se está cuestionando la conducta de los políticos que aparecen en las investigaciones, en otros países la mínima sospecha, es deshonra y acaba en renuncias, aquí en Córdoba es sinónimo de persecución política; válgame Dios a lo que han llegado esos que defienden lo indefendible, la adoración a sus ídolos los hace cómplices, claro está, que todo ciudadano tiene derecho a su defensa que está sujeta a una condena o absolución, pero que se defiendan y ahí callaran bocas, que prueben que fue una persecución política.

No pretendan algunos confundir; porque la armonía política debe basarse en la armonía moral, no pretendan justificar los errores de los políticos. A la ciudadanía y a los cuestionamientos de la  prensa cachaca hay que responderle con obras bien ejecutadas con calidad, traducirlas en progreso, prosperidad, ser competitivos en la agroindustria, ser referentes de buenas acciones, administrar los recursos de la salud y educación en pro de los más necesitados, así se le responde. Limpiar la estela de escándalos intuye un cambio de valores, vencer los miedos, reorientar el sistema político y electoral, empezar aprender a gobernarse así mismo, controlar las pasiones para poder gobernar a otros, porque un talento con vicio hace más daño que una rectitud sin talento.

Dejen el discurso moralista aquellos que están en el cadalso de la deshonra; La fiscalía, encabeza de Néstor Humberto Martínez tiene el deber de mostrar resultados, pero que no caigan los peones, se necesita que desfilen los reyes de la corrupción por las celdas de sus errores. La «timocracia» no puede ser el sostén del sistema que usurpa los bienes del pueblo en beneficio de unos pocos. Debe haber decisiones judiciales para limpiar el asqueroso capítulo de la corrupción, de no ser así, estaríamos ante la legalización del delito y un mal ejemplo para las futuras generaciones.

Y desde esta columna seguiré denunciado actos de corrupción, y no necesito TU APROBACION

“A Los Políticos les sale más barato tener un pueblo con hambre e ignorante; Porque un pueblo satisfecho y educado se convierte en una amenaza para su poder”

Píldoras:

  • Dejémonos de vainas, Santos y Uribe son cucarachas del mismo calabazo.
  • Trump será el nuevo Hitler Posmoderno.

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