Alarmados se encuentran los habitantes de un barrio del sur de Bogotá, Cundinamarca, donde un hombre al parecer fue drogado con un dulce para desocuparle su taller de carpintería.
Según la víctima identificada como Ernesto Rincón, “yo ya tenía mi taller cerrado y golpeó un supuesto cliente. Me brindó confianza porque venía con un paquete de pan, jugo, varios elementos, pensé que era un vecino del sector, me ofreció hasta aguardiente, por último me brindó una goma, un dulce, y fue lo único que recibí, hasta ahí me acuerdo”.
Posteriormente, Rincón se despertó tras 28 horas inconsciente, encontrando su taller sin herramientas y sin el dinero de la caja registradora.