El sueño de algunos prisioneros de la cárcel se les hizo realidad, aunque parezca mentira, se les apareció una virgen repleta de marihuana.
El curioso hecho se presentó en un centro carcelario de Envigado cuando una mujer fue a visitar a un recluso y llevó una virgen de yeso, supuestamente, para que la pintaran en los talleres de artesanía del penal.
Al principio los guardias del Inpec vieron el gesto como algo benévolo pero cuando estaban realizando el proceso de requisa uno de los caninos de antinarcóticos olfateó la estatuilla religiosa y comenzó a dar las señales de que había droga en la figura mística.
De inmediato los oficiales tiraron la estatua al piso y cuando se quebró, al interior tenía más de medio kilo de marihuana y tres papeletas con base de coca. La mujer y el hombre que recibiría el estupefaciente fueron puestos a disposición de las autoridades competentes.