Un punto de quiebre inadvertido tuvo la macabra historia de Jesús Benítez Figueroa, un joven prestamista que había sido reportado como desaparecido en el municipio de Magangué, Bolívar, el pasado domingo 8 de octubre y luego fue encontrado muerto dos días después en las aguas del río Magdalena.
Antes que apareciera el cuerpo sin vida del joven, las autoridades capturaron a Jesús Duban Cardeño, su propio socio y “amigo”, cuando intentaba darse a la huida en una chalupa que conducía hacia el sur del departamento de Bolívar, su aprehensión se dio debido a que era el principal sospechoso del crimen.
Inicialmente, la familia de la víctima estuvo buscando a “Jesu” por todas partes, se acercaron a la última persona que lo vio, su amigo Cardeño, y este manifestó que a eso de las 12:00 de la noche lo dejó en una mesa de fritos de la terminal de transportes del municipio de Magangué, y él se fue para su casa; desde ahí, no supo más de su amigo supuestamente.
Al parecer, el presunto homicida le habría mentido a la familia de “Jesu” y la versión original era que luego de una discusión en la plaza Santander del barrio Sur, donde se encuentra la virgen de La Candelaria, Cardeño le habría propinado varias puñaladas en el cuerpo a su socio, cuando lo vio sin vida, lo lanzó al río Magdalena.
¿Cómo fueron los hechos?
La Lengua Caribe conoció la versión original de Jesús Duban Cardeño, la cual fue dada por el presunto homicida a la Fiscalía, y que desmiente completamente la otra interpretación que habían hecho algunos familiares y amigos, quienes aseguraban que este lo había asesinado para quedarse con el negocio del préstamo de dinero.
Según Cardeño, inicialmente la relación de ambos fue estrictamente en el campo laboral, sin embargo, al parecer Jesús Benítez le propuso que tuvieran una relación más allá de sus negocios, y él presuntamente accedió a acostarse con su socio en un par de oportunidades.
A medida que avanzó el tiempo, supuestamente el hoy occiso quería continuar con una relación más fuerte y convertirse en una pareja común y corriente, pero el presunto homicida se negó en repetidas ocasiones; aun cuando la víctima le “ofreció el cielo y la tierra”.
Supuestamente, lo último que le estuvo proponiendo, era que se fueran a vivir justos para la ciudad de Santa Marta, donde lo iban a tener todo, incluso, se dedicarían a lo mismo que estaban haciendo en Magangué, prestar plata al interés. Pero ante la negativa, este se habría alterado e iniciaron una fuerte discusión que terminó en la tragedia.
Después de presuntamente asesinar a Benítez Figueroa, y de lanzarlo al río Magdalena, Cardeño no sabía que hacer con la motocicleta de su “pareja”, inmediatamente, agarró la moto y la condujo hasta el corregimiento de Santa Fe, quitó la placa de la motocicleta, la botó en un lugar desconocido y compro otra matrícula en 50 mil pesos a un borracho que se encontró.
Cabe recordar que en la ley colombiana para que se configure el delito de homicidio, tiene que haber un cuerpo sin vida, sin embargo, como el día de la audiencia no había aparecido el cuerpo, el juez le dictó medida de aseguramiento en centro carcelario por el delito de falsedad marcaria, por haber cambiado la placa, mientras encontraban el cuerpo sin vida del joven prestamista.
Ahora que ya fue hallado el cuerpo de Jesús Benítez, la próxima semana será programada la audiencia en la que sí le imputarán el delito de homicidio.
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