Casi seis meses después de la tragedia aérea que sufrió el club brasilero Chapecoense, este miércoles pisará por fin el gramado del estadio Atanasio Girardot, escenario en el que debieron verse las caras ante Atlético Nacional por la final de la Copa Sudamericana 2016 y que lamentablemente nunca pudo ocurrir.
Sin embargo, esta será la oportunidad de recordar a los compañeros del fútbol que ya no están y, al disputar el título de la Recopa Sudamericana, honrar su memoria. Los visitantes llegan con una leve ventaja luego del triunfo 2 – 1 en Chapecó y con el pecho inflado tras conquistar en la noche del domingo el Campeonato Caterinense, el primer trofeo después del accidente del 28 de noviembre pasado.
Este lunes los reconocimientos comenzaron cuando los deportistas brasileños fueron recibidos como propios en su regreso a tierras colombianas, donde tuvieron homenajes, condecoraciones y aplausos, que amenizaron el encuentro de este miércoles a partir de las 7:45 de la noche.
El exportero Jackson Follman, uno de los tres sobrevivientes del siniestro, le dijo a periodistas en rueda de prensa que está contento de volver: “Me siento muy feliz, estaba muy ansioso por llegar aquí otra vez, por sentir ese cariño que todos nos transmitieron”.
Por su parte, el onceno verdolaga es consciente de la responsabilidad que tiene con su hinchada y aunque siente un gran cariño por su rival, deberá responder con resultados en el primer semestre, pues ya clasificado a la siguiente fase de los cuartos de final, ahora buscan la gloria internacional tras un mal inicio en la Copa Libertadores.
Nacional ha ganado seis copas internacionales, la primera en 1989 cuando conquistó la Copa Libertadores, posteriormente en 1990 obtuvo la Copa Interamericana y repitió este título en 1997.
Posteriormente, en 1998, se impuso en la Copa Merconorte, obteniéndola nuevamente en el 2000, a la que sumaron en 2016 el segundo título de la Libertadores.