El punto final de la etapa de recuperación del último sobreviviente en dejar el hospital tras el accidente del avión boliviano LaMia 2933, en el que perdieron la vida 71 personas el pasado 28 de noviembre de 2016, llegó con la frase “La cicatriz que dejó el accidente le va a recordar un pasado difícil, pero también un futuro glorioso”, mencionada por Marcos Sonagli, ortopedista del centro médico unimed de Chapecó.
Jackson Follman fue dado de alta y continuará su rehabilitación en el Centro Marian Weiss de Sao Paulo, no sin antes viajar a Río de Janeiro para asistir al partido amistoso entre Colombia y Brasil, el cual se jugará este miércoles a las 6:45 de la noche en homenaje a las víctimas del Chapecoense.
“Representa mucho estar en el partido de la Selección. No quería que fuera de esta forma, perdí amigos, hermanos, pero será único. Voy a aprovecharlo de la mejor manera. Sentir el cariño, el calor de las personas. Eso va a ser muy bueno para mí, me hará feliz”, afirmó el futbolista ante los medios de comunicación.
En la charla con la prensa, el jugador agradeció el apoyo de la gente colombiana y el profesionalismo de los médicos. “Siempre tuve un foco muy grande en la recuperación, intenté no ver nada de lo que pasó. Tardé mucho en hacerlo. Sabía que tenía lesiones graves y me enfoqué en la recuperación (…) Dentro de dos años me veo caminando, feliz, haciendo muchas cosas”, comentó el guardameta de 24 años que fue sometido a la amputación de parte de su pierna derecha.
Es un guerrero, pues Follman levantó la Copa Sudamericana previo al partido de regreso del Chapecoense en amistoso frente al Palmeiras, además vivirá de cerca el tributo que rendirán los seleccionados de Pékerman y Tite en el Estadio Olímpico Engenhão. Con Fútbol, la Selección hará un gran homenaje a un hombre que no deja de soñar con la gloria.
