La posible aspiración del diputado Orlando Benítez Mora a la Cámara de Representantes fue la estocada final para que se empezara a derrumbar el castillo del partido Liberal en el departamento de Córdoba.
Aunque el joven dirigente político izará las banderas del color rojo, lo haría apoyando una eventual aspiración al senado del actual representante a la Cámara Fabio Raúl Amín, quien le hizo la ‘tentadora’ oferta. La división entre Amín y la casa López Casado es inminente.
El diputado Benítez confirmó que la propuesta se la hizo formalmente Amín y que lo está pensando seriamente y lo está consultando con su familia y con los líderes y amigos más cercanos.
Para algunos es una evidente traición con el exsenador Juan Manuel López y su esposa, la senadora Arlet Casado, pues ellos lo ‘hicieron’ políticamente en señal de apoyo por la temprana muerte de su padre, Orlando Benítez Palencia, asesinado por las autodefensas al regresar de una concentración política en el municipio de Valencia.
Benítez era un militante activo del partido Liberal. Vivió y murió dentro de esa colectividad y por ello sus jefes apoyaron a Benítez Jr. para que siguiera el legado de su padre.
El diputado Liberal, quien ha cosechado triunfos dentro de su labor política, ahora quiere dar el salto a la Cámara y por ello no descarta la posibilidad de presentar su renuncia máximo en el mes de marzo para no inhabilitarse y empezar campaña en firme por una curul en el Congreso de la República.
Cuenta de cobro
Su decisión de ‘abandonar el barco López’ le costará caro. Lo primero que hicieron sus jefes fue pedir ‘la cabeza’ de su esposa, Marta Ruiz, quien es la directora de Bienestar de la Universidad de Córdoba.
Aún el rector Jairo Torres Oviedo no se ha pronunciado en torno a esa solicitud, pues últimamente ha querido mostrar un carácter más técnico que político. Sin embargo, a nadie le quedan dudas sobre los acuerdos pactados con algunos sectores políticos para llegar al cargo que hoy ostenta y que dentro de este marco le pidió y aceptó la renuncia de la funcionaria.
La baraja política apenas empieza a moverse en Córdoba y los cambios de un bando a otro estarán a la orden del día hasta tanto se adelanten las elecciones y se respeten los pactos y acuerdos o en su defecto se olviden.