El anuncio en redes sociales del posible nombramiento del excontralor de Montería, Luis Eduardo Flórez Pertuz, como director de la Cárcel las Mercedes de Montería, y que terminó con la renuncia irrevocable de él como director designado de la penitenciaría, sería el florero de Llorente del buen momento politico entre el senador Bernardo el Ñoño Elias y la casa López, a cargo de la senadora Arleth Casado y su esposo Juancho López.
Como se sabe Luis Eduardo Flórez Pertuz, renunció a la designación como director de la cárcel y no aceptó el nombramiento en propiedad ya que según él , podría existir un conflicto de intereses porque en el penal están recluidos dos miembros de las autodefensas que justamente lo acusaron de haber sido elegido por presiones del entonces jefe paramilitar, Salvatore Mancuso, cuando fue escogido como contralor municipal.
Flórez Pertuz, quien militó durante largos años en el partido Liberal, fue contralor gozando del respaldo de la senadora Arleth Casado y su esposo. Posteriormente entró como director designado de la penitenciaria por una jugada política del senador Bernardo Elías Vidal, siendo ahora su consentido. No obstante esa jugada política que en su momento denotó una buena relación entre los políticos hoy los tendría enfrentados.
La historia
Una vez designado Florez Pertuz en el cargo se tenía previsto su nombramiento, para lo cual habría viajado a Bogotá para su posesión, no obstante los López no habrían estado de acuerdo y comenzaron a «revolverle el agua», a tal punto que cuando Florez Pertuz llegó a la capital se encontró con la sorpresa que ya no tendría tal nombramiento y no tuvo más opción que la de no aceptar el cargo.
Tal situación habría generado un enfrentamiento de proporciones mayores entre la casa López y Ñoño Elias, este último airado porque al parecer fueron los rojos los que no permitieron la llegada de su cuota política a la dirección del penal,con tal de mantener en el puesto a su recomendado el abogado Sebastian Espinosa. La puja política advierte que a futuro habría un revolcón de puestos en el hospital San Jerónimo donde los rojos tienen muchos recomendados trabajando pero finalmente quien manda es el senador de la U. La Lengua Caribe conoció que el ambiente laboral al interior del hospital es de tensa calma y de una gran expectativa por saber si para muchos el año termina con un desempleo por dicho enfrentamiento político.