«En Purísima hay gobierno, lo que no hay es corrupción», indicó la mandataria quien en los últimos días ha venido sosteniendo diferencias con un grupo de concejales que se ha negado a aprobar las iniciativas presentadas por la mandataria, aduciendo que no tienen el lleno de los requisitos.
La polémica se hizo más candente luego de conocerse las grabaciones publicadas en La Lengua Caribe en la cual uno de los concejales estaría pidiendo tres millones de pesos para cada uno de los siete concejales que están en oposición como contraprestación para aprobar un proyecto.
La mandataria insistió en que ella encontró un municipio en precarias condiciones. No había siquiera un archivo y tocó el proceso de reconstrucción de cada uno de los documentos.
El municipio era un caos
Advirtió además que cuando tomó posesión del cargo estaban suspendidas las regalías por 42 alertas debido a la falta de cargue de información por parte de la administración pasada por más de un año y tocó entonces adelantar una labor detallada con el fin de rescatar esos recursos para poder desarrollar obras de importancia para la localidad.
Aseguró además que el municipio estaba descertificado en agua potable y saneamiento básico y se logró en menos de cuatro meses que lo volvieran a certificar y eso se convirtió en un logro importante.
La mandataria hizo un balance de las obras ejecutadas durante su encargo y citó por ejemplo la pavimentación de cinco tramos de vías urbanas, al igual que de cuatro vías rurales principales, el arreglo vía infranqueable en zona urbana con material seleccionado y la extensión eléctrica en zona rural del corregimiento de San Pedro de Arroyo Hondo.
Anunció además la construcción de un comedor escolar en el colegio de la vereda de Anapoima, el cual se encontraba en estado deplorable y donde los niños recibían sus raciones escolares en la mano.
Insistió en que no se dejará chantajear porque está haciendo la gestión de manera transparente y está trabajando por el bienestar de las comunidades más necesitadas.