El día que “El Diablo” se fue del infierno

El día que “El Diablo” se fue del infierno

Hector LópezPor: Héctor A. Enríquez López

Era la noche del 17 de diciembre de 2011, se paró frente al balón un jugador emblemático en Colombia, Jairo “El Tigre” Castillo tenía la responsabilidad de mantener con vida en la primera categoría a su equipo, esto desde que marcara un tiro penal, al frente estaba el portero rival Carlos Chávez, quien fuera formado en las divisiones menores del América. Castillo tomó carrera, pateó y en una milésima de segundo Chávez envió al “Diablo” al infierno de la B.

Pasaron cinco temporadas, muchos jugadores y técnicos, algunos de renombre, otros no tanto, pero todos con la misma misión, ¡el ascenso!

Era la tarde del 27 de noviembre de 2016, se paró frente al balón un jugador emblemático para el América por lo hecho a lo largo de la temporada, Cristian Martínez Borja tenía la responsabilidad de sacar a su equipo del torneo de ascenso en el fútbol colombiano, esto desde que marcara un tiro penal, al frente estaba el portero rival Julián Mesa, quien tuviera fama de atajar penales. Martínez tomó carrera, pateó y en una milésima de segundo tuvo motivos de sobra para celebrar, América respiraba en la A.

El resto del partido fue difícil, sin fútbol pero con valentía, sin mucha técnica pero con un enorme amor propio, con una gran voluntad por parte de los dos equipos, el Pascual Guerrero era una caldera, abarrotado de hinchas escarlatas que vivieron durante 90 minutos lo que únicamente el fútbol consigue, fueron al “cielo” con el gol de Ernesto “Tecla” Farías, volvieron al “infierno” siete minutos después por el auto gol de Jonny Mosquera, entraron en un periodo de angustia donde al igual que Martínez Borja antes de patear el penal “se comieron las uñas”, pues el empate favorecía al Deportes Quindío, al “Diablo” solamente le servía el triunfo.

Regresaron los fantasmas de cuatro temporadas, donde el ascenso estaba cerca y se esfumó, donde volvieron con la cabeza baja y tuvieron que estar en el “infierno” de la B un nuevo año, donde durante once meses aguardaban la esperanza de salir de ahí, de esa terrible categoría, a veces injusta pero donde estaban condenados a permanecer, el rostro de Martínez Borja previo a su lanzamiento denotaba eso, los fantasmas del pasado reciente.

La historia está para ser renovada, el pasado no se puede cambiar pero si el futuro y esto fue lo que sintieron los hinchas americanos cuando el árbitro pitó el final del encuentro y el Pascual Guerrero pasó de ser la caldera del infierno para que el “Diablo” subiera al “cielo” de la A.

“Los Diablos Rojos” están llamados a ser protagonistas, a pelear títulos, a no volver a bajar a esta caldera donde estuvieron cinco temporadas, para esto deben existir objetivos a corto, medio y largo plazo; a corto plazo mantener la categoría, esto lo deben hacer peleando los puestos de arriba. A medio plazo ganar un campeonato, esto lo deben hacer con inversión, formando unas divisiones inferiores de calidad donde se destaquen jugadores y sean apoyados en una columna vertebral de categoría. A largo plazo volver a tener prestigio internacional, esto consiguiendo patrocinios fuertes, contratando jugadores representativos a nivel continental y solidificando un proceso de juveniles que lleguen al primer equipo.

Aún es muy prematuro decir que se va a pelear una Libertadores cuando lo inicial debe ser no volver a la B, pero ahora los hinchas americanos tienen todos los motivos para celebrar pues el 27 de noviembre será recordado por ser el día en que “el Diablo se fue del infierno”.

PD: Es necesario dar un gran reconocimiento al profesor Hernán Torres Oliveros, quien logró entrar en la historia “escarlata” por regresar a este representativo equipo colombiano a la máxima categoría, esa de donde nunca debió ni debe salir.

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