El Cuerpo Técnico de Investigación determinó que efectivamente fue Marta Cecilia Álvarez Cabrales, funcionaria de la Fiscalía, quien disparó a su hija de nueve años y luego se quitó la vida con el arma de dotación de su esposo, Juan Carlos Alarcón, también funcionario de la misma entidad.
Así se desprende del informe oficial entregado por una investigadora que vino desde Barranquilla para adelantar la investigación sobre el hecho ocurrido en el barrio Los Cedros, en el corregimiento Los Garzones, el pasado 13 de noviembre.
Como se recordará Alarcón, esposo y padre de las víctimas, llegó a su casa en las horas de la madrugada del domingo y encontró en la habitación los cuerpos sin vida. De inmediato se fue al CAI y señaló a las autoridades lo que había pasado. Sin embargo, en esa oportunidad le hicieron prueba de absorción atómica, pues a las autoridades les quedaba difícil creer que una mujer hubiera sido capaz de quitarle la vida a su propia hija. No descartaban el doble homicidio.
Los investigadores del CTI confirmaron que la mujer primero disparó contra su hija a quien creyó muerta y luego se suicidó.
Determinaron además que la menor no murió enseguida, como seguramente creyó su mamá, sino que murió momentos después desangrada, junto al cuerpo ya sin vida de su madre.
Señalaron además que la mujer sufría de alteración del estado de ánimo, según los resultados médicos encontrados en la vivienda y los medicamentos antidepresivos que tomaba. Sus vecinos incluso señalaron que la habían visto triste en los últimos días y que no saludaba.
Resultados de absorción
Los funcionarios del CTI encontraron en el lugar de los hechos dos armas. Una de ellas, una pistola nueve milímetros con la que perpetró el hecho, la cual es propiedad de la Fiscalía.
Tanto a Marta Cecilia como a su esposo Juan Carlos les practicaron las pruebas de absorción atómica y encontraron que resultó positiva para la mujer y negativa para el hombre.