Tras violar a 25 niños sordomudos de un convento, a sacerdotes y monjas no les definen pena

Tras violar a 25 niños sordomudos de un convento, a sacerdotes y monjas no les definen pena

El dolor de las víctimas y familiares de los niños sordomudos abusados  sexualmente en el   Instituto Antonio Próvolo de Mendoza en Argentina, cada día es más fuerte teniendo en cuenta la dilación y beneficios que han obtenido los autores y cómplices de los hechos ocurridos durante más de 10 años en dicho convento y que salió a luz pública en el 2016.

Por el caso 15, personas están siendo procesadas, de las cuales siete están detenidos, en sus diversas modalidades.

Kumiko Kasaka la monja de origen japones, quien se encontraba detenida en el penal de mujeres de Aguas de las Avispas, en Cacheuta, en plena zona montañosa, en septiembre del año 2017  fue beneficiada con la prisión domiciliaria.

La monja  imputada por abuso sexual y corrupción de menores en tres casos,  fue señalada por las víctimas no sólo de tocamientos sino de entregarlas a los curas y empleados para violarlas y ver pornografía así como de colocarle un pañal a una niña tras ser  violada por un sacerdote. La víctima tenía en ese entonces 5 años, hoy mayor de edad dijo mediante señas, cuando tenía 17 años que la monja tenía rasgos achinados en sus ojos, otras víctimas también mediante señas advirtieron  a la Justicia que a la religiosa la llamaban «la monja mala» en la «Casita de Dios». En  su última declaración, en septiembre pasado Kosaka aseguró entre lágrimas que lo del pañal pudo tratarse de una «confusión», ya que considera que sólo pudo haber entregado una toallita femenina.

Pero no solo Kumiko Kasaka ha obtenido beneficios de la Justicia tras el aberrante caso, la ex representante legal del colegio, Graciela Pascual,  y el sacerdotes Nicola Corradi (82), acusado de violar a menor a quien la monja le puso el pañal después de él abusarla, también gozan del beneficio de prisión domiciliaria.

Otros involucrados en los hechos, los empleados del colegio Jorge Bordón, Armando Gómez y José Luis Ojeada se encuentra en el penal de Boulogne Sur Mer.

El temor de las víctimas y de las familiares es que finalmente estas personas terminen pagando penas irrisorias y peor aún dentro de sus casas, mientras que a ellos nadie les repara o restituye totalmente sus derechos vulnerados.

Como se recordará los informes hablan de por lo menos 25 menores abusados sexualmente por los sacerdotes del convento, mientras que la monja  Kumiko Kasaka  fu imputada por “omisión”, ya que, aunque no participó en los abusos directamente, sí colaboró por ocultarlos.

Tras la denuncia anónima que llevó a las autoridades a investigar y realizar allanamientos en el convento, se supo  que los 25 niños rescatados,  eran entregados como «purificación de alma» para sacerdotes, obispos y personas que daban aportes económicos  a dicha institución religiosas.

 

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