Somos Futuro

Somos Futuro

william otero
                  William Otero

La juventud colombiana de todas las regiones y todas las clases sociales exigen tres elementos fundamentales, educación, empleo y vivienda propia.

La educación es el motor del desarrollo económico de una sociedad, es un derecho fundamental y Colombia tiene una deuda histórica con nuestros niños y jóvenes en este sentido. ¿Que necesitamos hacer para insertar a nuestros niños y jóvenes en nuevos modelos educativos y futuros empleos? La respuesta esta en la jornada única escolar, la doble titulación de bachiller y técnico, y la educación superior gratuita para estratos 1 y 2. Un niño que va a la escuela 5 horas, esta en desventaja con uno que va 8 horas, un niño que va a la escuela 5 horas es mas vulnerable a caer en la criminalidad y malos hábitos. La doble jornada no solo permite la doble alimentación, sino también despierta la pasión de los niños por actividades artísticas, deportivas y científicas.

En Alemania el desempleo juvenil es de los mas bajos en Europa, esto es debido a la vocación técnica de los jóvenes, un joven que se gradúa con su título de bachiller y técnico tiene la capacidad de conseguir un empleo formal mientras que estudia una carrera profesional. Aquí en Colombia, el mercado en las regiones siempre esta demandando técnicos en áreas como la mecánica, minería, manufactura, agricultura, sistemas, y contabilidad, sin embargo, por la escasez de técnicos, se recurre a cubrir estas plazas con empleos informales. Si, lo ideal sería un subsidio total a la oferta y ofrecerle a todos los jóvenes educación superior gratuita, esto es utópico en el corto plazo, Colombia no tiene la planta docente, la infraestructura o los recursos en el momento, por lo tanto no es posible la cobertura universal. En este sentido, los jóvenes de estratos 1 y 2 son los que deben recibir la educación universitaria gratuita, en esto consiste la verdadera equidad. Los otros sectores sociales pueden acudir a un crédito del Icetex, pero más flexible, que no le cobrará hasta que consiga una fuente de ingreso fija, y esa cuota no podrá exceder el 13% de su salario.

La mejor política social es un empleo digno, todos estudiamos para conseguir un buen trabajo, para ingresar al sistema pensional, para solicitar créditos, para no tener aversión a los riesgos, y así soñar con un mejor futuro. Los empleos públicos históricamente han sido tramitados por medio de palancas, y son pagos por el bolsillo de los colombianos, multiplicarlos sería un despropósito. Lo que verdaderamente necesitamos son mas empresas: micro, pequeñas, y medianas que generen empleos de calidad. Sin embargo, la asfixia tributaria y la excesiva tramitología le imponen obstáculos adicionales a la creación de empresas. Fascinante es como los países desarrollados siempre están apoyando la creación de nuevas industrias donde existe potencial, entonces ¿por que no incentivar la agroindustria, y así saldar nuestra deuda con el campo? ¿Qué tal si le apostamos a nuestras diferencias culturales y la convocamos en una sola economía naranja? Lo podemos lograr con exenciones de impuestos a 5 y 10 años, inversión publica y privada, nacional y extranjera, y mas apoyo institucional del estado, es posible.

La vivienda propia es un anhelo de todo joven, los arriendos no pueden ser eternos, y las oportunidades para soñar con una vivienda no pueden quedarse simplemente en sueños. ¿Por que entonces pagamos arriendos por tantos años? Porque la mayoría de la clase trabajadora de este país no tiene para una cuota inicial del 30%. Hay que darle solución a este problema, y establecer un programa de vivienda para los jóvenes que no requiera de cuota inicial, que amplíe los plazos a 30 años, como en otros países, y así el joven pueda tener un flujo de caja mas holgado, y poder invertir en otras actividades.

Estas propuestas de Iván Duque están al alcance de nuestros sueños, son realizables, financiables y replicables. No podemos dejarnos engañar por el socialismo, que es pan para hoy y hambre para mañana, los jóvenes tenemos una oportunidad histórica de cambiar el rumbo de este país hacia la modernidad.

Somos el 73% menores de 45 años que tenemos la oportunidad de convertir algo ordinario, en algo extraordinario, en ser participes de algo mas grande que nosotros mismos, y en reconciliar a un país alrededor de la legalidad, el emprendimiento y la equidad. Este 27 de Mayo ya no seremos futuro, seremos presente.

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