Sí además del #DíaSinCarro, ¿impulsamos el Teletrabajo?

Sí además del #DíaSinCarro, ¿impulsamos el Teletrabajo?

Por: Jorge Agudelo Jiménez.

Jorge Agudelo

En Colombia, Bogotá y Montería decidieron realizar su primer día sin carro y moto del 2017, una apuesta que busca disminuir las emisiones de gases a la atmósfera contribuyendo a detener el cambio climático. El día se convierte en un “día especial” como me escribió Uber Colombia y no únicamente porque el transporte público en ambas ciudades colapsa, demostrando que no el desarrollo de urbanístico se ha pensado desde el auto particular en deterior de lo público, sino porque las opciones de trabajo apropiadas por la tecnología aparecen. Es así como el teletrabajo es una excelente herramienta que puede ser implementada en las empresas nacionales y se apoyará “más y mejor” al impacto social del día sin carro.

El teletrabajo es la posibilidad de ejecutar sus tareas profesionales desde un lugar distinto a la oficina habitual. La medida se comenzó a implementar en el mundo gracias a la expansión de la conexión a banda ancha y los computadores personales por habitante en el mundo. La principal diferencia del teletrabajo es que su empresa debe adecuar su casa para poder emular las condiciones laborales y así evitar distracciones y bajo rendimiento, la principal crítica a esta práctica.

Según el Ministerio de las Telecomunicaciones (Min Tic), para el 2013, el 20 por ciento de las personas activas en el mundo trabajan bajo la figura del tele-trabajo, que no necesariamente debe ser desde su casa, sino desde un aeropuerto, un café –como Juan Valdéz-, sin embargo, el lugar más elegido es el hogar. El 84% de esos trabajadores “a distancia” trabajan una vez por semana desde su casa y el 10% asegura que cumple todas sus funciones como si estuviera en su oficina.

Argentina lidera en Latinoamérica la inclusión de más puestos con formación en teletrabajo, pero México –el país con el mejor índice de kilómetro por persona- es el segundo a nivel en adaptar el teletrabajo en su estructura empresarial. La cifra alcanza el 30% según un estudio publicado por Reuters.

Opción viable en Colombia

Como lo mencioné anteriormente, el principal lastre para la adopción del teletrabajo en Colombia es el mito sobre la baja productiva, que en parte es cierta y en parte no. La baja productividad no la genera el teletrabajo, sino el personal no capacitado y condiciones de trabajo inadecuadas. Las nuevas generaciones -millenials principalmente- valoran la flexibilidad laboral como un elemento motivador en el trabajo, pero también exige que sus condiciones de acceso a las tecnologías como internet de calidad sean garantizadas por sus empleadores.

Además es importante mencionar que las empresas bajan sus gastos operativos, menos trabajadores en oficina, es menor consumo de servicios públicos y menor espacio de trabajo. Según la agencia norteamericana Bolt, una empresa con empleados en teletrabajo puede ahorrarse cerca de $11.000 dólares al año.

Por último, el valor ecológico, Min TIC afirma que se consigue reducir en 1 kilogramo las emisiones de dióxido de carbono por habitante que utiliza el teletrabajo.

No es tema de rentabilidad, ni ahorro, ni productividad, es de cultura. Mundialmente existe una relación entre las sociedades con sistemas de transportes con “dificultades” como los de Montería o Bogotá, y el teletrabajo es una opción real.

El primer paso es pensar que el trabajo por proyectos es más efectivo que el trabajo que se mide por horas sentados en un puesto, o en un bus, como en el día sin carro.

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