En las últimas horas un total de cuarenta funcionarios de la multinacional niquelera Cerro Matoso salieron de sus cargos en medio de un proceso de reestructuración. Los funcionarios que fueron relevados de sus cargos todos llegaron a un acuerdo económico con la empresa pues la mayoría de ellos llevaba más de diez y 15 años trabajando en la compañía.
Según el vicepresidente de la minera Luis Marulanda Del Valle, la reestructuración no es una medida pretenciosa de la empresa, sino todo lo contrario, se trata de una medida justa que contribuye a garantarizar la liquidez de la niquelera. «Este proceso lo iniciamos hace dos años, porque empezamos a notar el decaimiento en la calidad y en la producción del mineral, reconocimos que si queríamos tener Cerro Matoso sostenible teníamos que hacer estos ajustes. Es así que hace dos años el total de empleados y contratistas sumábamos unos 2600 hoy alcanzamos unos 1.700».
En estos momentos 160 empleados sindicalizados adelantan conversaciones con las directivas de la niquelera en el marco de la negociación de la Convención Colectiva de Trabajo, en la que buscan mejorar sus condiciones laborales. Las negociaciones se darán hasta el próximo 20 de mayo, de no llegar a un acuerdo los trabajadores anunciaron el inicio de un cese de actividades.
Marulanda Del Valle indicó además que la empresa está haciendo los ajustes para acomodarse al llamado Modelo Regional que llevará a la empresa más competitiva a nivel mundial. Así las cosas se dio la reducción de unas 40 personas en total, todos directivas. Esto implica que la empresa se va a ajustar y va afrontar de mejor forma la situación de precios del níquel que en estos momentos son los más bajos de los últimos 33 años, así como la disminución de la producción.
Luis Marulanda advirtió que la reestructuración no es una medida pretenciosa de la empresa, sino todo lo contrario, se trata de una medida justa que contribuye a garantarizar la liquidez de la niquelera.
Según el alto directivo de la compañía las utilidades y producción de la empresa se han reducido considerablemente por lo que además de esta reducción en estos momentos también se busca llegar a un acuerdo con los empleados de la Convención Sindical. «Nosotros empezamos a notar el agotamiento del níquel. Anteriormente cuando empezamos en el año 1980 y en el año 2001 cuando montamos el segundo horno hasta el año 2013 producíamos históricamente 50 mil toneladas de ferroníquel anualmente, pero hace dos años en el 2014 produjimos 42 mil y el año anterior ya bajamos a 37 mil toneladas».
Según Marulanda para este año se proyecta producir unas 36 mil toneladas No obstante la producción continuará bajando hasta llegar entre unas 30 o 33 mil toneladas anuales hasta el año 2029 cuando se terminará la concesión.