Propaganda Negra

Propaganda Negra

No ha empezado el debate electoral, incluso no se ha determinado quien o quienes serán los candidatos para ocupar el primer cargo administrativo de la ciudad de Montería,  y  desde ya existen posibles contradictores que usan las herramientas de manipulación colectiva de atraer incautos, para descalificar previamente a unos y otros. Abunda la propaganda negra y escasean las propuestas.

La víctima en esta oportunidad es Salim Ghisays Martínez, exsecretario de gobierno municipal quien en el mes de junio de 2018 presentó y le fue aceptada la renuncia a su cargo, para aspirar, según informes periodísticos, a la Alcaldía de Montería. Desde entonces se ha especulado de su inhabilidad y/o incompatibilidad para postular su nombre como primera autoridad administrativa de la capital cordobesa, habida cuenta de que éste se desempeñó como Alcalde encargado de Montería.

La Lengua Caribe conoció que la leguleyada que pretenden plantear los manipuladores mediáticos y analfabetas del derecho electoral se fundamenta en una adrede y maquiavélica  interpretación de la disposición contenidas en el artículo 38.7 de la Ley 712 de 2000, pues consideran que quien se haya desempeñado como alcalde, así sea por encargo, caso Ghisays,  no podrán inscribirse como candidato durante el periodo para el cual fue elegido (2015 – 2019) ni dentro de los veinticuatro meses después de finalizado el periodo constitucional.

Según ese criterio, dice Salim Ghisays Martínez, debe esperar que el actual alcalde Marcos Daniel Pineda García culmine su periodo (31 de diciembre 2018) y 24 meses más (con la reforma introducida por la Ley 1475 de 2011 y la Ley 1952 de 2019 el término hoy es de 12 meses),  para postularse a cualquier cargo de elección popular en el municipio de Montería, lo cual no deja ser un exabrupto jurídico interpretativo, violatorio de derechos fundamentales constitucionales como el derecho de elegir y ser elegido.

Expertos constitucionalistas consultados por este medio, señalaron que es prolija y copiosa la jurisprudencia del Consejo de Estado y conceptos de entidades como el mismo Consejo de Estado, Registraduría Nacional Del Estado Civil, el CNE y la Función Pública, quienes al unísono han señalado que no existe tal inhabilidades o incompatibilidades, dado a que solo se requiere que el secretario haya renunciado oportunamente dentro del término constitucional y legal de los 12 meses previo a la inscripción.

Señalan igualmente, que la prohibición del artículo 38.7 de la Ley 617 de 2000 que establece que “los alcaldes, así como los que los reemplacen en el ejercicio del cargo no podrán”, entre otras, “inscribirse como candidato a cualquier cargo de elección popular durante el período para el cual fue elegido”, debe entenderse, según sentencia de fecha 30 de agosto de 2018, emanada del Consejo de Estado, solo “corresponde a una prohibición aplicable a alcaldes originales o reemplazos, que accedieron al cargo por virtud de una elección popular, típica o atípica, ya que son solo ellos los que están en capacidad de defraudar a sus electores” y no a aquellos funcionarios que hayan sido encargados de las funciones de Alcalde de determinado municipio.

Así las cosas, en virtud la Ley 712 de 2000, modificada por la Ley 1475 de 2011, la Ley 1952 de 2019, sancionada recientemente y por medio de la cual se expide en nuevo Código General Disciplinario, en armonía con lo señalado por el 179 constitucional, Salim Ghisays Martínez, como secretario de gobierno encargado de la alcaldía por su titular, quien renunciara desde hace más de 12 meses al cargo que ostentaba, no tiene ningún tipo de  inhabilidad o compatibilidad para inscribirse como candidato a la Alcaldía Municipal de Montería para el periodo 2019 -2022.

Se espera entonces que en estos días de cuaresma y reflexión se definan los posibles candidatos a posarse en el Palacio De La Torre y Miranda, pero lo que pide la comunidad en general es que sean iluminados para la elaboración de buenas propuestas y programas de gobiernos que beneficien a los todos los habitantes de la ciudad y no que se dejen poseer por el demonio de la intriga,  la mentira y la manipulación… ¡Juego Limpio, por favor!