Por: Roberth Angulo Santos
Colombia es un país que está sumido en el odio y el rencor, por eso para empezar a bajar esa beligerancia en la que está sumido, deberíamos empezar por los medios de comunicación masivos, la rabia, el odio y el rencor lo único que hacen es sembrar más rencores que para lo único que sirven es para acrecentar la violencia, la cual estamos viviendo hace más de 50 años, pero que así como vamos ni aun con la entrega de las armas de las Farc, dejaremos de vivir, tenemos que desarmar nuestras almas.
Este país necesita debates con altura y argumentos, a diario vemos como desde una cabina radial algunos «periodistas» masacran la dignidad de una persona, que si bien puede estar incursa en una investigación de cualquier índole, se le debe respetar su derecho constitucional a la presunción de inocencia.
Los medios de comunicación actúan como unos verdaderos jueces, se creen con licencia para reprochar y sancionar, los adalides de la moral desayunan, almuerzan y cenan con los investigados, al final de una forma visceral, terminan condenándolos ante la opinión pública, así más adelante sean absueltos por los tribunales.
El presidente Uribe a través de su cuenta de Twitter calificó a Samper Ospina de “violador de niños”, luego, ante la indignación del periodista y de la prensa en general, el senador le recordó su época de director de la revista Soho, cuando en una edición se publicaron varias fotografías en las que aparecen menores de edad al desnudo. Una de ellas, haciendo una invitación a pasar la noche con una menor de edad que está posando con lencería.
Es un debate, al que no voy a entrar en favor de uno o de otro, por qué repito para que en Colombia haya una paz estable y duradera, debemos primero, desarmar nuestras almas, para luego entonces, hacer debates con altura. Hoy los medios de comunicación del país respaldan y se solidarizan con el sobrino del expresidente Samper y otros respaldan al expresidente Uribe.
Sin embargo, resulta preocupante que quienes tienen licencia para flagelar, calumniar e injuriar, hoy se conviertan en víctimas, cuando son tocados de la misma forma como ellos a diario lo hacen por sus medios, reprocho la actitud del presidente Uribe y Samper, quienes en este largo trastornar se han dicho de cuántas barbaridades, pero aquí todos deben ser medidos con el mismo rasero, no podemos seguir siendo el país de la doble moral.
En Colombia se está abusando de la posición dominante que se ejerce a través del periodismo, la libertad de prensa es un derecho, pero este tiene sus límites, mi derecho termina donde comienzan el del otro, no podemos seguir tildando de paramilitares, asesinos, corruptos, violadores, a personas que no han sido vencidas en juicios, solo por simples caprichos u odios, y después posar de víctimas, cuando quien no tiene el poder del micrófono lo hace de igual forma, recapacitemos, limpiemos nuestras almas, hagamos debates con altura y construyamos un país mejor.