Pese a los graves estragos que ha ocasionado el río Sinú en los municipios ribereños, no se ha registrado ningún tipo de inundaciones en toda el área de su desembocadura.
En un estudio hecho por la Corporación de los Valles del Sinú y del San Jorge, CVS, se indicó que la dinámica que presenta el río en la desembocadura es normal, a tal punto que los valores descargados al mar son muy similares a los aportes.
En la visita técnica se pudo comprobar que la entrega de las tres bocas al mar es de 758 metros cúbicos por segundo aproximadamente, caudal distribuido entre la Boca Mireya, que aporta una descarga de 324 metros cúbicos por segundo; Boca de Tinajones, que aporta 384 metros cúbicos por segundo, y Boca de Corea, que aporte 50 metros cúbicos más.
Se estableció además que las profundidades a nivel de la línea de costa son ajustados a los promedios históricos de la temporada y en cuanto a las velocidades de descarga se pudo constatar que están en el rango de los promedios históricos.
En el lugar no hay inundación a los terrenos adyacentes al delta y las comunidades aledañas no presentan ningún riesgo en sus viviendas y en sus sistemas productivos, según resultó en el estudio hecho por la CVS con el apoyo del ingeniero especialista en hidráulica Álvaro López Ramos, docente de la Universidad Pontificia Bolivariana, y por el biólogo Albeiro Arrieta López.