«Han sido las 163 horas más difíciles de mi vida pública y quiero llegar a Montería para abrazar a mi familia, especialmente a mis hijas, y para comerme un buen mote de queso», indicó el mandatario, minutos antes de abordar el vehículo que lo conduciría al aeropuerto El Dorado de Bogotá para tomar el avión que lo conduciría a su tierra natal.
Pineda García, quien estuvo privado de la libertad desde el pasado 17 de junio por orden de la Fiscalía, ante presuntos actos de corrupción en la remodelación del coliseo Miguel Happy Lora, arribará a la ciudad a las cinco de la tarde.
Un nutrido grupo de amigos, familiares, funcionarios y seguidores lo esperarán en la terminal aérea para darle la bienvenida, luego que la juez 40 penal de Bogotá, con funciones de control de garantías, lo dejó en libertad por no considerar contundentes las pruebas aportadas por el órgano investigador.
«Siempre tuve la tranquilidad del hombre inocente y la fortaleza del hombre de fe», reiteró visiblemente emocionado, aduciendo que seguirá trabajando con todo el entusiasmo para que Montería siga en el camino de progreso en el que lo han encaminado durante los últimos nueve años.
Dijo además que aplaude la loable labor que viene realizando la Fiscalía en Córdoba, en aras de acabar con los actos de corrupción, pero advirtió que en esa región son más los hombres y mujeres buenas.