Lo bueno, lo malo y lo feo de la Fiesta Nacional de la Ganadería

Lo bueno, lo malo y lo feo de la Fiesta Nacional de la Ganadería

La normalidad retornó a Montería luego de cinco días de fiestas para conmemorar el aniversario del departamento de Córdoba. En las mismas hubo cosas buenas, unas muy malas y otras muy feas.

El balance hecho por la Policía Metropolitana de Montería señala que funcionó el dispositivo de seguridad, pues no se presentaron hechos que alteraran el orden público, ni tampoco accidentes, productos de la ingesta de alcohol durante la temporada.

El de las autoridades departamentales también es positivo. Sin embargo, habría que mejorar algunas cosas para que el próximo año queden aún mejores.

Uno de los episodios que más generó expectativa durante la fiesta fue la captura del alcalde de Montería, Marcos Daniel Pineda, y del exalcalde y consejero presidencial para las regiones, Carlos Eduardo Correa. Eso hizo que muchos de sus amigos, familiares y empleados dejaran de celebrar.

Precios por las nubes

Uno de los lunares negros de la Feria Nacional de la Ganadería fueron los elevados precios de todos los productos que se consumen en el lugar.

Mientras el objetivo de una feria es garantizar que las empresas y productores muestren sus productos para comercializarlos, en la feria ocurrió todo lo contrario: pedían para no vender.

La razón de los elevados costos está en las elevadas tarifas que cobran por los espacios al interior de la misma. Una llanera por ejemplo debía pagar hasta nueve millones de pesos por el alquiler del espacio y eso hizo que ese tradicional plato tuviera un costo de 30 mil pesos en la feria.

Una botella de agua valía cinco mil, el parqueadero en medio del lodazal ocho mil, la cerveza cinco mil y de allí en adelante las cifras eran descomunales, razón por la cual una familia normal no podía ir al coliseo de ferias.

Pese a que las entradas han mantenido su valor, 20 mil pesos, si los encargados de la feria siguen alquilando los puestos al interior de la misma a esos precios exorbitantes, cada día será menor la posibilidad de acceder a ese evento, o en su defecto se tomará como un sitio para ir a consumir ron y ver animales, pero no para comprar productos a buen precio que es el objetivo principal de una feria.

Buenos conciertos

Los conciertos que se ofrecieron en Montería durante la temporada de ferias estuvieron a la altura de las grandes ciudades.

El de Juan Luis Guerra en el estadio 18 de Junio de Montería contó con una masiva participación del público de Montería y sus alrededores. Hubo orden y satisfacción por parte del público.

Igual ocurrió con el concierto que la Gobernación de Córdoba regaló en su aniversario. Fueron 14 horas seguidas de música totalmente gratis.

No faltó el lunar negro en este evento. Un grupo de inescrupulosos se dedicó a vender las boletas de entrada, pese a que la administración las había regalado. Era un concierto gratis, pero debían ingresar con unas boletas especiales.

Reinado cuesta abajo

El Reinado Nacional e Internacional de la Ganadería también transcurrió sin contratiempo alguno, pero ese sí es un evento que necesita una reingeniería inmediata para que no siga cuesta abajo.

Pese al esfuerzo de la presidenta de la junta, Otylia Berrocal, por gestionar los recursos para hacer un evento a la altura y por organizar todo de la mejor manera, los resultados no pueden ser peores.

La ‘cereza en el pastel’ fue la velada de elección y coronación que se llevó a cabo en el Centro de Convenciones de Montería, la cual fue transmitida en directo por el canal regional Telecaribe: un escenario pobre, sin decoración y una pasarela de colegio de pueblo fue lo que mostró Córdoba ante el resto del país.

Las mayoría de las candidatas internacionales son más colombianas que las locales,  pues aunque han nacido en otros países viven hace rato en el país y son escogidas por una agencia que se encarga de ello. Así el Reinado reduce costos, pues no es lo mismo pagar un pasaje de Bogotá a Montería que de Estados Unidos a Montería por ejemplo.

La mayoría de las aspirantes no se preparan debidamente para el concurso. Consiguen el primer vestido que les presten o que les hagan por muy bajo costo para venir a pasarla rico a Montería y ello se evidenció en el desfile de coronación. Solo algunas lucieron regias, entre ellas Sucre, Magdalena y Antioquia.

Los espectáculos musicales de la coronación no atraían a nadie. Fue malo, maluco y caro.

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