Vivir en Cereté se ha convertido en todo un ‘tormento’ para algunos habitantes de ese municipio del departamento de Córdoba, toda vez que aumentan los atropellos en contra de la comunidad y son más los casos de inseguridad que azotan a ese sector del país.
La inseguridad es quizás la plaga que más ha causado desgracias en la población ceretana. En los últimos dos meses se han registrado cerca de cinco asesinatos en el municipio entre esos un aparente caso de feminicidio.
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A diario se presentan robos, que van desde hurtos a droguerías, cajeros y almacenes, casas de familia, hasta robos a mano armada en plenas calles. Ante este flagelo que aumenta de forma considerable, la comunidad manifestó preocupación por lo que solicitan más apoyo de las autoridades competentes.
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Tampoco se puede dejar pasar por alto, los diversos casos de suicidios que se han registrado, tampoco los casos de amenazas de los que ha sido víctima un periodista de la zona.
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La segunda plaga que roba la tranquilidad de los residentes es el pésimo servicio de energía.
“No hay día en la semana en que no nos quiten el servicio de energía, ya estamos cansados” afirma un ciudadano. Cabe resaltar que en repetidas ocasiones habitantes han tenido que salir a las calles a protestar con quema de llantas y palos por la falta del fluido eléctrico.
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En las últimas horas, se presentaron fallas en el fluido eléctrico en dos sectores de Cereté, en el barrio La Candelaria II Etapa y en Vilches, sector La Bonga, en los dos casos la falta de energía se prolongó por más de 18 horas.
Sin embargo ese no es el único problema que aqueja a la población, pues no solo tienen deficiencias en el servicio de luz sino también en el servicio de agua, la plaga número tres.
A pesar de las diversas reuniones que ha realizado la administración municipal en cabeza del alcalde Elber Chagüi con la empresa Uniaguas, para tratar la problemática del servicio de acueducto y alcantarillado, las quejas persisten por parte de los usuarios.
En este sentido, dos de las siete plagas que carcomen Cereté incluyen la pésima prestación de dos servicios que son de suma importancia para que cualquier persona pueda acceder a una buena calidad de vida satisfaciendo sus necesidades básicas.
No obstante, las plagas no se detienen y ahora el turno es para el deplorable estado de las vías terciarias.
Como las calles de la comunidad de Rabolargo, se encuentran muchas en ese municipio. Los habitantes cuentan que están cansados de vivir en el lodazal que se forma cada vez que llueve.
Las aguas se encharcan lo que perjudica la calidad de vida de los pobladores, además aumenta el riesgo de contraer enfermedades como alergias, infecciones o virus, es por esto que la población le exige administración local que hagan el debido mantenimiento a las calles, las cuales “se encuentra en un estado de completo abandono”.
La quinta plaga y no menos importante son los problemas generados por la movilidad en el municipio.
En este sentido algunos transeúntes han manifestado que “no se respeta ninguna señal de transito por lo que se presentan accidentes, muchos de los motociclistas no usan cascos haciendo caso omiso a las medidas de seguridad” mientras que otros afirman que “la cantidad de motos muchas veces resulta asfixiante”
Sin embargo, ante tantos problemas y ante la falta de soluciones prontas y verdades gran parte de la comunidad ha perdido la fe y la credibilidad en sus gobernantes, especialmente en los sectores “olvidados” del municipio (sexta plaga).
Lo anterior ha causado que se genere cierto tipo de indiferencia o sentido de pertenencia de la comunidad para con el municipio (séptima plaga.)