Por: Héctor A. Enríquez López
Twitter: @HectorEnriquezL
El domingo 30 de julio los seguidores del fútbol, en especial del buen fútbol, pudimos presenciar lo que pocas veces sucede en nuestra Liga Águila, ¡un buen partido!
Los protagonistas fueron el Junior de Barranquilla junto a Atlético Nacional de Medellín, equipos que hicieron vibrar a los más de treinta mil espectadores que se dieron cita en el “Metro” y a los millones de televidentes que seguimos el juego en directo.
A eso de las 5:10 de la tarde, cuando finalizaba el partido en mención, también recordé algunos episodios, cuentos y fábulas de mi infancia, entre ellos una llamada “La Lechera”, de un escritor conocido como Esopo.
La humilde lechera ordeñó unas ovejas, las cuales le produjeron buena cantidad de leche, con buena calidad, la emocionada chica puso el jarro sobre su cabeza y empezó a soñar con el dinero que ganaría al vender su producto en el mercado.
Visualizó comprar una gallina ponedora, al ganar dinero con la venta de los pollos pensó comprar un lechón para engordarlo, posterior a ello adquirir una vaca con un ternero y continuar ganando para adquirir una casa y luego un palacio.
El aficionado barranquillero escuchó en junio que el equipo traería refuerzos de peso, que empezarían a entrenar bajo las órdenes de un viejo conocido del equipo (Comesaña), que con la nómina que contratarían podrían vender buenos abonos y mantener la buena plantilla, quienes harían goles, ganarían partidos, títulos y darían de que hablar en el mercado internacional, superando al Sao Paulo, al Flamengo, al Boca Juniors, al River Plate y a cualquiera.
La tierna lechera sonreía mientras caminaba, casi corría hacia el mercado para realizar sus sueños y fue tanta su emoción que saltó sin recordar el cántaro lleno de leche que posaba sobre su cabeza, el cual fue al piso y al romperse perdió todo su contenido. No sería la primera vez que un equipo de fútbol en nuestro país diera ese salto de emoción y cayeran sus ilusiones al suelo como la leche de la fábula mencionada, le pasó al América tres veces en Copa Libertadores, le sucedió a Millonarios con un invicto de 29 partidos, le ocurrió a la Selección Colombia previo a la Copa del Mundo de 1994, espero no le ocurra esto al Júnior en el año 2017 y que se convierta este equipo en “la lechera del caribe”, ya que dentro del entorno futbolístico están jugando bien pero ya cayeron ante el “histórico” y “poderoso” Alianza Petrolera.
Lo mejor que pueden hacer los jugadores del popular “tiburón” es dedicarse a entrenar, a jugar, a respetar a todos los rivales y a ganar y los aficionados deben saborear sus triunfos uno tras otro, vivir con alegría los momentos, tener conciencia cuando sufran un traspiés y si llega el momento celebrar un campeonato, esto con prudencia y mesura para no tener que celebrar una vez más una estrella producida por una broma de mal gusto en redes sociales.
PD: El equipo barranquillero está mostrando una mejoría en hombres como Ovelar, Hernández, Viera y Barrera, esto producto de la llegada de jugadores con jerarquía como Chará y Teófilo. Igual es solamente un deporte, disfruten sin agredir, sin herir y sin dañar. Felicitaciones por este nuevo y bien llevado proceso. #NoMásViolenciaEnElFútbol