¿La guerrilla sí le juega limpio al País?

¿La guerrilla sí le juega limpio al País?

Por: Robert Angulo Santos

En cualquier conflicto no podemos negar el simbolismo que encierran las armas, con el proceso de entrega de las misma, la esperanza de una paz verdadera y estable crece, es el momento más importante, por qué es allí donde se materializa el proyecto de paz y termina la guerra.

Veo mucha gente emocionada escribiendo por redes sociales sobre la entrega de armas de las Farc, celebran con bombos y platillos tal hecho histórico, ese grupo insurgente quema sus últimos cartuchos en sus más de 50 años de existencia, pero para otros la preocupación hoy es mayor.

Particularmente me siento intranquilo, saber que el número de armas a entregar no llega a las 7.000 es sumamente preocupante, es un síntoma que algo raro está pasando, una guerrilla que se financió con el narcotráfico, que enfrentó al estado armado hasta los dientes, no creo que lo haya combatido con ese número tan insignificante de blasón, el arsenal debió ser mucho mayor, no me cabe la menor duda.

Solo el tiempo dirá la verdad sobre este proceso de paz, si la guerrilla le jugó o no limpio al país, mientras, no quiero pensar que existen armas escondidas como ocurrió tras los procesos de paz en Guatemala y El Salvador, donde los guerrilleros mantuvieron caletas, no quiero pensar que una segunda generación de guerrilleros tome todo ese arsenal encaletado y se recrudezca la guerra en Colombia.

No podemos caer en los errores del pasado, no hay que ser permisivos con los guerrilleros, Colombia no aguanta 50 años más de guerra, el final de esta historia tiene que ser diferente, no queremos otras bandas crimínales, no queremos que el remedio resulte peor que la enfermedad, el estado tiene una responsabilidad histórica con el país y no puede ser inferior a ella.

El Gobierno debe obligar a ese grupo insurgente a entregar todo su armamento, dinero y bienes ilegales, cuando alguien se retira de la guerra debe incendiar sus armamentos por completo, como la decisión del conquistador Hernán Cortés en la conquista de México, cuando incendió todas sus embarcaciones, para dejar claro a sus hombres la imposibilidad de una retirada.

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