La generación del odio en la política

La generación del odio en la política

Por: Victorino Gasparín

Victorino Gasparin

El odio es un sentimiento de profunda antipatía, disgusto, aversión, enemistad o repulsión hacia una persona, cosa, o fenómeno, así como el deseo de evitar, limitar o destruir a su objetivo; En este mundo o sentimiento está  inmerso círculo político de Colombia y Córdoba. Solo basta meterse en la orbe de las redes sociales de lo público donde la lengua transformada en dedos destila su más potente veneno.

Pero este odio no es infundado, debo pensar con cierta razón que es comprensible, la desigualdad social, la falta de oportunidades, un departamento secuestrado por la corrupción de las élites políticas que aprovechan el hambre, la sumisión del pueblo que subsiste del estado y que a su vez se arrodilla al poder del comerciante de turno; Si… el “Comerciante”, ya no hay gobernantes, hay negociantes de lo público, a los que llamaré “NEGOCIANTES DEL HAMBRE” No hay semana que el odio no esté presente, cada escándalo de estos negociantes, hace que este se incremente exponencialmente y al parecer no hay forma de pararlo. Las instituciones judiciales permiten que los corruptos desangren lo público porque no hay acciones contundentes que permitan asestar un golpe que sienta temor al robo, robar en Córdoba es legal, el resto del país se indigna pero no cesa el  saqueo.

Mi tesis siempre ha sido la misma, “El Sistema” en Colombia está diseñado para robar y resulta hasta legal, el ejecutivo es monarca de los poderes judiciales, no hay independencia, el amiguismo de “Tú me ayudas” “Yo te ayudo” resulta un cóctel peligroso a la hora de cobrar favores, caso ejemplar el contralor de Córdoba Emilio Otero, este señor, no audita, no controla, es ciego, sordo y mudo. El subcontralor Julio Cesar Lora Hernández, cuota de los liberales  Ludys Rodriguez,diputada, y sus asesores Omar Montes Diaz,cuota del partido de la U y  Bernardo Elías, no hacen nada y nos toca enterarnos  de magnos hallazgos por la gestión e informes de la Contraloría General, no por la departamental, y esgrimo ¿hasta cuándo permitiremos que esto pase?

Aquí en Córdoba evidenciamos que  hay ciudadanos que pertenecen a dos grupos. Los Sapos y Lambones y los Ardidos. Los primeros son una mezcla de especímenes que llevan chismes, adulan a su patrono para ganar indulgencias traducidas en puestos y contratos; Estos son los mayores creadores de Odio, ponen, quitan y mandan; Los Ardidos terminan siendo los inconformes y despotrican del patrono cuando tienen menos atención que los primeros, y también son cortesanos de la destrucción.

Por estas razones la generación del Odio Político está acabando con la sociedad, son múltiples factores que determinan la extinción de la raza, resultan ser más unidos los animales que los humanos y ahí expreso, no es atacar la corrupción con fines politiqueros como actualmente lo hace la Senadora Claudia López, aunque se le abona la consulta anticorrupción que actualmente tanta bulla hace; de no cambiar el Sistema Político de nada servirá su tan populista propuesta; La concentración de poder del Presidente como por ejemplo “La rama judicial la forman la Corte Constitucional, la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de Estado, el Consejo Superior de Judicatura, la Fiscalía General de la Nación, los tribunales y  jueces civiles y militares. A la vez, el Congreso también podrá ejercer determinadas funciones legislativas. La Constitución de 1991 diseñó un modelo de justicia altamente politizado, y el resultado ha sido la existencia de injerencias del ejecutivo en los nombramientos claves del ramo, especialmente en el del Fiscal general, en el que se concretaron enormes poderes discrecionales. Esto tiene que cambiar y por ahí es que se debe empezar para combatir la corrupción y cesar tanto odio que hoy esta enquistado en la Sociedad; El mundo está huérfano de líderes, no es posible que personajes como Trump, Santos, Uribe, Vargas, Maduro, Petro, Timokchenco, Cárdenas, Ortega, Correa, Bula y otros tantos, generen amores y odios Este sentimiento es el retrato de una sociedad que hoy esta polarizada, individualista, usada como idiotas útiles.

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