Junior y Millonarios, las caras de una misma moneda

Junior y Millonarios, las caras de una misma moneda

Hector LópezPor: Héctor A. Enríquez López

Twitter: @HectorEnriquezL

Siempre el fútbol será el deporte que por excelencia moverá más cantidad de personas y generará mayores sentimientos en los seguidores, especialmente en Latinoamérica.

La región en mención, reconocida a nivel internacional por su apasionamiento en los estadios del llamado “deporte rey”, incluye a Colombia, país futbolero por excelencia con resultados opuestos a dicha expresión, pues como nación deportiva en el juego del balón al piso no hemos ganado casi nada. Tres Copas Libertadores, una Copa Sudamericana y una Copa América componen nuestra pobre vitrina internacional, únicamente eso, muy poco para un país que se precia de practicar el fútbol en todos sus estratos y edades; sin resultados.

Se jugaba la segunda fase de la Copa Libertadores, Júnior y Millonarios participaban como exponentes de nuestro fútbol a nivel continental, un mismo torneo situaciones contrarias, los primeros en el calor de Cartagena recibían a un equipo sobre el papel inferior, que venía ya con un resultado adverso, los segundos en la altura de Bogotá recibían a un cuadro reforzado para el torneo presente y se veían en la obligación de revertir un marcador en contra para clasificar. Panorama opuesto.

En las graderías estaban los de siempre, los que sufren y gozan, los barranquilleros, por ahora adoptados en la ciudad “heroica”, vieron un equipo que corre, que ataca y defiende en bloque, que lucha y que cuenta con jugadores experimentados que entienden lo que es enfrentar este tipo de competición, derrotaron al Carabobo como locales fácilmente con un amplio 3 – 0, lo que los dejaba con la serie liquidada a su favor habiendo cosechado dos victorias en igual número de partidos. ¡Muy bien por Júnior!

Los hinchas capitalinos acudieron a “El Campín” en masa, esperanzados por el nivel de juego mostrado una semana atrás en Brasil, que los invitaba a pensar en la remontada. Sobre el terreno de juego se pudo ver un equipo enérgico, con muchas ganas, vertical pero sin ideas, lleno de juventud pero con inexperiencia, una nómina liviana y tristemente sin jerarquía. Se igualó la serie, pero como siempre que Millonarios define en penales una instancia importante, pierde.

Es preciso enviar un gallardo aplauso a los dos conjuntos colombianos que participaron esta semana en Copa, Júnior ganó bien y Millonarios perdió bien en medio de sus limitantes.

El “tiburón” buscó reforzar su de por sí ya fuerte nómina con jugadores que coincidencialmente el “embajador” desechó: Estrada, Ochoa, Carrascal, Quiñones, Rangel, Toloza y el mismo técnico Gamero tienen pasado azul. Todos han salido sin mérito y en algunos casos subvalorados por el mal armado comité deportivo de la institución embajadora, pero casualmente todos ellos estarán en la tercera fase de la Libertadores. Millonarios optó como es costumbre por contratar barato y sin jerarquía, se demuestra con el engaño protagonizado por Duvier Riascos, que estoy seguro no llegará al azul, un caso en que el nombre del jugador despertó esperanza en los seguidores bogotanos, esto simplemente fue una jugada sucia de los directivos para vender abonos.

El equipo barranquillero merece celebrar, merece aplaudir a sus jugadores, merece honrar a su director técnico quien está encontrando el equipo, pero más allá merece felicitar a sus directivos quienes no han escatimado en inversiones para hacer del Junior un equipo competitivo, lo cual ya están logrando.

El hincha embajador debe aplaudir a sus jugadores y a su director técnico, quienes dentro de sus limitaciones respondieron con ganas, sudor y gallardía, no es culpa que su pésima administración no haya tenido visión para reforzar el equipo y no haya entendido que un torneo internacional se juega con jerarquía y con jugadores que realmente representen una amenaza al rival.

Esa es la diferencia entre los que estarán en tercera fase y ojalá en grupos de la Copa Libertadores y los que se despiden hoy, así para la retina del espectador tal vez hayan lucido superiores a lo largo de la llave ante Paranaense.

Mientras tanto, la Selección Colombia sub 20 nuevamente fue humillada, de esto no vale la pena comentar nada, únicamente que afortunadamente no clasificamos al Mundial de Corea, pues allá con esa pésima dirección técnica hubiéramos ido a pasar mayores vergüenzas.

PD: Unos gozan y otros lloran, pero todos seguiremos viviendo fútbol, ojalá fútbol en paz. Felicitaciones a unos, a reflexionar a otros pero entre hinchas no nos ataquemos ni nos matemos. Sigamos la naciente liga femenina con alegría y en armonía, como un pueblo unido que tiene un proyecto naciente por alimentar. #NoMásViolenciaEnElFútbol.

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