Por: Orlando Benitez Mora
No se trata de representar las populares rondas infantiles de antaño, esas que en conjunto, con el paso del tiempo han venido siendo desplazadas por el uso de artefactos tecnológicos. Se trata en realidad del estado actual del insigne puente Gustavo Rojas Pinilla de Montería, popularmente conocido como el puente metálico, el cual hoy se encuentra quebrado, debilitado, en estado crítico y el pueblo preocupado reclama una solución para su cura, tranquilidad y movilización.
Desde hace varios meses viene creciendo la incertidumbre en diversos sectores de la comunidad respecto a la situación real de la estructura del puente metálico de la capital de Córdoba. La voz del pueblo decidida a determinar la condición verdadera de la histórica infraestructura y su deterioro, ha logrado ser escuchada en diferentes escenarios, hasta consolidar una articulación institucional dedicada a buscar una salida ante la falta de claridad.
Hasta hace poco tiempo no había consenso sobre la condición precisa del puente en cuestión: para algunos el puente estaba bien, para otros estaba en estado regular y para otros estaba mal. La diferencia de conceptos se presentaba entre Ivnías (encargado de articular las políticas y proyectos relacionados con la infraestructura vial a cargo de la Nación), la Concesión Vial Transversal de las Américas (encargada del mantenimiento de este puente) y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) encargada de las concesiones a alianzas público-privadas. Todos sabían en privado que la estructura del puente estaba fatigada pero nadie quería responsabilizarse en público por la financiación de la repotencialización del mismo. Mientras tanto, la comunidad veía su movilización restringida y su tranquilidad afectada.
Insumos recolectados por la comunidad, los debates realizados en el Concejo de Montería, en la Asamblea de Córdoba, las inquietudes planteadas por la Personería y la determinación de la Alcaldía han permitido poco a poco ir conociendo detalles y encontrando explicaciones.
La concesión 008 de 2010 dentro de la cual se encuentra la rehabilitación del Puente Rojas Pinilla culmina a mediados de este año 2017, razón por la cual puede inferirse que Transversal de las Américas no quería responsabilizarse de financiar la repotenciación porque considera que en su contrato se habla es de rehabilitación, lo que técnicamente significa un maquillaje en la forma y no en el fondo. Lo cuestionable aquí era la burla al pueblo al decirle que la estructura no presentaba inconvenientes y que el estado crítico era solo una suposición.
La ANI en aras de dirimir en este episodio, superarlo y lograr una solución, optó por adelantar un diagnóstico a través de un tercero, bajo la figura denominada por esta institución como “amigable componedor” utilizada para determinar puntos de convergencia entre las partes. En diciembre de 2016 la Cámara del Comercio de Bogotá, que fue la encargada de esta misión, concluyó que la estructura del puente metálico de Montería estaba resentida por la sobrecarga, producto de los puentes peatonales que se construyeron posterior al diseño inicial de la obra, por el peso de la tubería del agua sostenida que tampoco se contempló en el diseño original y por el desgaste natural en el tiempo.
Es así como después del resultado del «amigo componedor», a través de tres árbitros encontró en su diagnóstico que la decisión racional en cuanto a la asignación de recursos para solucionar el problema del puente quebrado Gustavo Rojas Pinilla, es utilizar los recursos no para comprar cáscaras de huevo o lanzar burritos al portero y curarlo, sino para construir una nueva estructura.
El puente se ha quebrado en la solidez de su estructura por malas decisiones del pasado que no fueron bien planificadas. Colgar la tubería del agua aunque pudo ser útil, y aún lo es, eso no se discute, afectó sin duda el equilibrio del diseño inicial. ¿Quien decidió?, ¿por qué no contemplaron otra opción?, hay que quitar esos tubos para darle descanso y prolongarle la vida útil.
Posteriormente, se colgaron dos puentes peatonales, necesarios sí, pero no se contempló el nuevo resentimiento y debilitamiento de la estructura, se buscó la salida fácil ayer que generó un problema adicional hoy. En la administración pública y los actores de turno no siempre prevén el impacto de sus decisiones a futuro sino que optan por el camino más corto, el más fácil. Es absurdo que se busque solución a un problema generando otros, significa un desgaste de tiempo y en recursos.
Tres cosas quedaron claras después de la reunión interinstitucional con la ANI: 1. No hay dinero para financiar la repotencialización del puente metálico, 2. Sí hay recursos para financiar un nuevo puente en la capital de Córdoba que conecte la Margen Izquierda y con la Margen Derecha, y 3. El punto para ubicar la nueva estructura aún no está técnicamente determinado.
Por lo pronto solo hay parte de los recursos para los estudios y diseños del nuevo puente, garantizados en el otrosí #19 del contrato de concesión 008/2010 que asignó 686 millones de pesos. Dice textualmente el documento: “No incluye la gestión ambiental, social y predial requerida para su ejecución, ni los estudios y diseños de urbanismo, plan de manejo de tráfico, ni diseño de redes de servicio público (con excepción de las redes de iluminación) afectadas por la construcción de la nueva estructura”, ¿Cuánto es el resto? ¿Quién pondrá el resto?, que esto no se vaya a convertir en un nuevo problema.
Finalmente la ANI en principio recomienda construir la nueva estructura paralela al puente metálico, así lo corrobora el mismo objeto de los 686 millones de pesos asignados en el otrosí #19 que dice textualmente: “recursos para financiar estudios y diseños nuevo puente contiguo al Rojas Pinilla sobre el rió Sinú”, el Alcalde de Montería propone que sea prolongando la doble calzada del barrio Rancho Grande. Otros piensan que debe proyectarse hacia el Norte de la ciudad para que conecte con el segundo anillo vial y evite que el tráfico pesado ingrese a donde lo urbano es más denso. Habrá que esperar finalmente la recomendación técnica, que los recursos para financiar los estudios, diseños y construcción del nuevo puente en su totalidad se garanticen y que cuando la adjudicación del contratista se precise, logre cumplir con el cronograma de ejecución. Para ser realistas esto no será en menos de tres o cuatro años.
Nota: A propósito de puentes, la Gobernación de Córdoba construirá el puente a la altura del asilo de Montería para mejorar la movilidad de la ciudad, la estructura constaría cerca de 35 mil millones de pesos.