Por: Héctor A. Enríquez López
Twitter: @HectorEnriquezL
Ya es hora de pasar la página, lo que sucedió en el año 2016 es historia, ahora hay que establecer un nuevo presente, por eso hoy traigo a este espacio un tema poco convencional, importante y que no tiene la atención necesaria, la liga femenina de fútbol, próxima a iniciar.
La Dimayor durante todo el 2016 anunció la creación de este campeonato, incitando la participación femenina en el fútbol, aduciendo que para el país es importante por fin potenciar esta nueva competencia buscando maximizar los logros que han tenido las jugadoras nacionales a nivel de selección Colombia. Tal vez para algunos estos logros sean pocos, pero teniendo en cuenta que en Colombia no hay profesionalización en el fútbol a nivel femenino si son logros suficientes, motivo por el que se presenta la trascendencia de la naciente liga.
Ahora viene como siempre el medio, los clubes que desean participarán, esto dentro de la voluntariedad que manifiestan algunos y con la ausencia de la mayoría de los equipos tradicionales del rentado local, sin mucha publicidad y sin grandes elementos llamativos salvo la presencia de pocas jugadoras reconocidas por su participación en Selecciones Colombia, esta liga no tendrá condimentos atractivos.
En un deporte que a través de medios masivos de comunicación satura al espectador con las gambetas de Messi, los goles de Levandowski, las atajadas de Buffon o la rivalidad entre Guardiola y Mourinho, así como teniendo diez partidos locales que fecha tras fecha son televisados, la transmisión del alicaído fútbol argentino y el resumen de goles de las ligas que no televisan en Colombia, es un poco atípico e irresponsable pensar que habrá asistencia masiva a los partidos femeninos donde equipos con trayectoria masculina como el Junior, Cali, Tolima o el mismo Santa fe generalmente no alcanzan a llenar el estadio, ¿cuántos asistentes esperamos a un partido protagonizado por mujeres en Colombia?
Considero que el mecanismo debió ser el exigir a los equipos de la A tener participación femenina, tal como sucedió en el ya desaparecido torneo de reservas que se jugó aproximadamente hace una década y desarrollar los partidos de las chicas de la misma forma que se juegue la liga masculina, teniendo el campeonato de mujeres como preámbulo al torneo profesional, tal vez de esta manera, teniendo dos partidos por fecha en el estadio se incrementaría la asistencia de público a nuestros campeonatos.
Creo que el mensaje es claro, que veamos más a Catalina Usme, Yorelli Rincón o a Nicolle Regnier que a Lionel Messi, Manuel Neuer o a Cristiano Ronaldo, algo que en teoría es bastante difícil, por no decir utópico.
Ahora las peticiones para el nuevo año futbolístico.
- Que no haya heridos o muertos por causa del fútbol, necesitamos volver a usar los colores de los equipos así como sus distintivos sin temor.
- Que los equipos colombianos tengan una destacada representación en los torneos internacionales, no es admisible bajar el nivel de los años anteriores.
- No deben haber más rotaciones de sede en los equipos, si uno de los mismos está en una ciudad debe radicarse ahí para atraer hinchas.
- Pido también que no exista falta de profesionalismo por parte de los jugadores o entrenadores, no es admisible dejar a medio camino un proyecto en ningún ámbito de la vida, esto lo único que hace es perjudicar el nivel de la liga.
- Anhelo que los ascensos sean de los equipos con hinchas y tradición, no de los que llevan 50 espectadores a sus compromisos, espero que el América de Cali permanezca en la primera categoría.
- Al igual que 44 millones de personas, pido para año nuevo que Colombia en octubre haya clasificado al mundial de Rusia, de manera directa.
- Deseo que Falcao y James no se lesionen y tengan oportunidad de jugar de manera continua.
- Pido también que la liga profesional masculina sea un poco más competida, que se recorten las distancias hacia lo alto y no hacia lo bajo y que los que llevan público al estadio estén en las finales.
- Que la liga femenina crezca, que no sea un experimento de uno o dos años y que se solidifique permitiendo tener mejores participaciones en mundiales y juegos olímpicos, así como mayor aceptación y pertenencia del fútbol en la población femenina.
- Finalmente que los dirigentes corruptos se alejen del fútbol y permitan que existan proyectos deportivos serios en beneficio del fútbol colombiano.
PD: A mí sí me emociona ver en un estadio colombiano jugadoras profesionales de fútbol, espero que los desadaptados permitan que las familias vayan a este espectáculo. Rechazo las amenazas que recibió Nicolle Regnier a su paso al América, totalmente lamentable esto en una liga naciente. #NoMásViolenciaEnElFútbol