Por Victorino Gasparin
Desde que José Berardinelli llegó a la Liga de Béisbol como presidente, luego de la excelente labor de la anterior administración, se derrumbó todo lo construido en el béisbol del departamento.
Las roscas han sido las constantes, los técnicos solo son elegidos si acatan las directrices de los directivos y escogen los peloteros que ellos señalan, los “hijos de papi y mami” estrato 6 de Montería son los preferidos, los peloteritos que trabajan con sacrificio y tienen suficiente madera son desechados, por eso los triunfos no llegan ni van a llegar, el fracaso es la constante.
En la nueva selección escogida para el Torneo Nacional de la categoría preparatoria, no fue la excepción, la rosca se volvió a imponer y volvieron a dejar varios jóvenes con toda la categoría para darle paso a los preferidos de los directivos, tal es el caso del hijo del presidente de la Liga, que si bien es un jovencito (Emiliano Berardinelli) que apenas inicia sus procesos, muchos de los que dejaron por fuera de municipios del bajo Sinú tienen muchas más condiciones para estar por ese cupo, pero como es el hijo del presidente, lo técnicos no pueden hacer nada y nadie dice nada, que Córdoba se friegue.
Un padre de familia que prefiero omitir su nombre, nos manifestó que Victor Yances entrenador de la selección, días antes de la escogencia le había expresado con preocupación y en completo silencio “el único fijo es el hijo del presidente” lástima qué hay otros muchachos pero que se va a hacer.
Mientras la Liga de Béisbol se siga manejando así, los triunfos no llegarán y las derrotas serán el pan de cada día.
