Continúan las intimidaciones por parte de actores armados en el sur de Córdoba quienes mantienen a los habitantes de esa región del país confinados en sus viviendas pues estos evitan a toda costa ser víctimas de cualquier acto criminal.
Ante las constantes amenazas que se han desatado contra la población, sobre todo contra los líderes sociales las calles de municipios como San José de Uré y Montelíbano permanecen solitarias.
En tal sentido, el defensor de derechos humanos en el sur de Córdoba, Andrés Chica, aseguró que «alrededor de unos 250 líderes están bajo amenazas, de los cuales solo 133 cuentan con medidas blandas de la UNP. Pero lo que reina son las denuncias sin responder y una gran cantidad de solicitudes para medidas de protección».
Asimismo, advirtió que hay miedo de denunciar dichas situaciones y aseveró que el líder no se atreve a ir hasta la Fiscalía «porque, inclusive, los mismos funcionarios y los investigadores están bajo amenazas».
Por otra parte, las comunidades indígenas también están sintiendo las consecuencias de la violencia en Córdoba, así lo dio a conocer la gobernadora del resguardo mayor alto San Jorge quien manifestó que, se vuelven objetivos por supuestos señalamientos de ser colaboradores de grupos armados.
«Como están diciendo ahora que nosotros solo parte de una red de informantes y no, nosotros servimos a una comunidad y nos están matando a los que estamos trabajando por el derecho de las otras perdonas”.