A bailar con la más fea

A bailar con la más fea

Por: Héctor A. Enríquez López

Twitter: @HectorEnriquezL

Dudé mucho antes de sentarme frente al computador a escribir estas líneas, dudé porque para plasmar una opinión se necesita inspiración, se necesita un espacio de tranquilidad y una razón que se disfrace de “musa” y haga brotar las ideas para ser plasmadas en unas frases, en algunos párrafos; dudé y para ser sincero, sigo dudando.

Mi duda va de la mano de la enorme “tusa” futbolera que tengo el día de hoy, no es satisfactorio ni grato que el equipo nacional de fútbol, al que se sigue durante dos años buscando un cupo al mundial desaproveche tantas oportunidades de clasificar. Se desaprovechó en Venezuela frente a jugadores juveniles. Se desaprovechó frente a Brasil recibiéndolos ya clasificados. La más reciente, se desaprovechó frente a Paraguay en Barranquilla, un rival al que se le ganaba al minuto 84, un rival que nos derrotó por dos tantos a uno.

No es lógico, no es justo y no es aceptable que con la camada de jugadores con que se cuenta (la tercera generación dorada del fútbol colombiano), se pasen tantas angustias para lograr una clasificación, la cual aún es incierta. De qué sirve contar con el fichaje más alto en la historia del Tottenham, de qué sirve la muy buena racha goleadora del “Tigre”, de qué sirven las novelas que se tejen en torno a James, de qué sirve tener muy buenos futbolistas si como conjunto se es un desastre y el equipo carece de jerarquía.

Un equipo con jerarquía manejaría el partido desde el  minuto 83, lejos de su arco y buscando que el tiempo transcurra, pero la Colombia de hoy, ese equipo sin idea táctica no tiene eso, no tiene capacidad de juego ni una figura en campo definida, se nota la falta de trabajo de Pékerman en este segundo periodo, viviendo en Buenos Aires no logra los resultados en trabajo deseados y mucho menos opciones de recambio en el medio local.

Colombia aún tiene oportunidades de clasificación pero no por su gran táctica, sino por sus individualidades, las cuales le han ayudado a sacar adelante los partidos. Está claro que Colombia depende de sí misma, de su propio juego y de su propio resultado el diez de octubre en Lima; lo preocupante es que el equipo nacional se juega su opción de clasificación al mundial frente a un rival que en trabajo, figura táctica, motivación y resultados recientes tiene mucha ventaja.

En Lima un empate deja al equipo nacional mínimo en el repechaje, un triunfo da clasificación directa, la pregunta es ¿le alcanza a esta Colombia sin trabajo para ganar un partido? Hace tres fechas no lo hace y eso es lo que genera dudas y preocupación en los aficionados, a pesar de estar en este instante ocupando un puesto de clasificación directa el hincha no cree en su equipo y ve a Perú como un rival fortísimo.

La “novela” de la Selección es comparable a un baile de graduación en los Estados Unidos, donde el joven invita a una señorita a que sea su pareja para el baile, siempre buscando a la que le gusta, pero el chico tímido, el que en ocasiones no es capaz de invitar a ninguna solamente tiene dos opciones, invitar a bailar a la más fea o simplemente no ir al baile. Así está Colombia, no “invitó” a las bellas damas que le podían dar su clasificación al mundial por timidez (temor a cerrar los juegos) y ahora debe “invitar” a Perú, quien actualmente puede llamarse “la más fea”, o simplemente no invitar a nadie (aprovechar la oportunidad para clasificar) y quedarse a ver el mundial de Rusia por televisión y nuevamente a tener un álbum del mundial sin el equipo “tricolor”. Hoy somos ese chico tímido que carece de argumentos para convencer a una dama de que es una buena opción.

PD: Para completar Alemania, que ya se clasificó al mundial alineó como capitán a Thomas Müller, quien pelea puesto con James en el Bayern München, esto puede ser un mensaje a su “nuevo” técnico Jupp Heynckes para que no deje sentado al capitán del campeón del mundo.

Deja una respuesta