Durante su visita en Tailandia, el papa Francisco denunció que mujeres y niños son particularmente vulnerados, violentados y expuestos a toda forma de explotación, esclavitud, violencia y abuso, que es una de las metas del turismo sexual.
Asimismo, lo da a conocer la ONG, “más de 60.000 niños son explotados sexualmente en Tailandia cada año y cerca de 300.000 mujeres han sido blanco del tráfico de personas”.
El tema del turismo sexual y la trata de personas, a los que el Vaticano ha dedicado numerosas cumbres y conferencias internacionales, era sin duda uno de los temas que se esperaba afrontar el papa en este viaje a Tailandia.
Así durante una misa dijo que, «los niños, niñas y mujeres expuestos a la prostitución y a la trata, son desfigurados en su dignidad más auténtica», un flagelo al que ya se había referido durante su discurso a las autoridades por la mañana, aunque de manera más cauta.
Ante el primer ministro tailandés, el general Prayut Chan-ocha, Jorge Bergoglio denunció la situación que viven las personas en ese país.
Aunque quiso reconocer los esfuerzos del Gobierno tailandés para extirpar este flagelo, así como a todas aquellas personas y organizaciones que trabajan incansablemente para erradicar este mal y ofrecer un camino de dignidad.
Cabe resaltar que, en Tailandia donde la prostitución es ilegal, organizaciones sobre derechos humanos dicen que la cifra está entre 200.000 y 300.000 prostitutas.
El número de menores de 18 años relacionados con la explotación sexual varía desde los 12.000, estimados por el instituto estadounidense «Protecction Project», hasta los 40.000, según un estudio de la universidad tailandesa de Chulalongkom.