Alcaldía le pide a vendedores de pescado ocupar sus puestos

Alcaldía le pide a vendedores de pescado ocupar sus puestos

Más de 10 vendedores de pescado continúan instalados en varias calles de Montería, negándose a ocupar los puestos de ventas que les fueron entregados, dentro del proceso de censo y reubicación realizado por la alcaldía de la ciudad en el nuevo Mercado de Oriente. Al respecto, el secretario de gobierno de Montería, Salim Ghisays,  hizo un llamado urgente a todos estos comercializadores de alimentos para que tomen posesión de sus nuevos puestos de ventas.

Salim

El funcionario explicó, que aunque muchos minoristas que antes no tenían un espacio donde vender sus productos, recibieron felices sus nuevos puestos. A otros todavía les cuesta mucho acostumbrarse a este nuevo sistema de trabajo, más limpio, reglamentado y mucho más organizado.

“Muchos aún no se acostumbran a estos nuevos puestos porque siempre vendieron en la calle a la intemperie y dicen que se sienten como limitados en esos pequeños lugares. Pero allá las condiciones para laborar son las mejores, todo está diseñado y acondicionado para que ellos puedan trabajar más seguros y tranquilos y sobre todo para que puedan garantizar la calidad y frescura de los pescados que a diario comercializan”, agregó el funcionario.

Por su parte algunos vendedores de pescado entrevistados por La Lengua Caribe,  indicaron que la razón de no ocupar sus puestos en el Mercado de Oriente, dista mucho de la versión que maneja el Secretario de Gobierno, asegurando que algunos de ellos al momento de reclamar sus lugares, se encontraron con que estos habían sido vendidos y estaban ocupados por nuevas personas que ahora son sus propietarios. Como Rodolfo Castillo, un vendedor de pescado de 50 años quien asegura que su puesto se lo vendieron a otra vendedora de pescado que ni siquiera aparecía en los censos.

“Por eso nos vinimos de nuevo para acá para la 37 con primera, porque cuando fuimos por el puesto que nos dieron, en el nuevo mercado, una señora nos dijo que un tal Alejandro que trabaja para la Alcaldía, le había vendido nuestro local por 4 millones de pesos y que nosotros ya no teníamos derecho sobre él. Ese Alejandro es el mismo que vino a censarnos y por eso preferimos dejar eso así y venirnos de nuevo a nuestro antiguo lugar. Aquí vendía pescado mi mamá, mi abuela y ahora yo que seguiré vendiendo hasta que las autoridades o Dios me recojan” dijo el vendedor.

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