Desde este martes la iglesia católica prohíbe esparcir las cenizas de los difuntos y también éstas que sean conservadas en casa, según un nuevo documento aprobado por el papa Francisco.
Ante las nuevas prácticas de sepultura y de cremación con las que difiere la fe de la iglesia católica, la Congregación para la Doctrina de la Fe ha redactado un nuevo documento con el nombre de «Instrucción Ad resurgendum cum Christo».
En el documento, hecho público este martes, se explica que aunque la Iglesia sigue prefiriendo la sepultura de los cuerpos, se acepta la cremación, pero se prohíbe esparcir las cenizas e incluso se podrá negar el funeral en el caso de que así se decida.
Además, advierte que en el caso de que el difunto hubiera dispuesto la cremación y la esparción de sus cenizas en la naturaleza por razones contrarias a la fe cristiana, la iglesia católica le ha de negar las exequias.
Por último el texto señala que tampoco está permitida la conservación de las cenizas en el hogar y sólo en casos de graves y excepcionales circunstancias, como por ejemplo cuando una persona lo pida por piedad o cercanía, la iglesia puede aceptar que se conserven.
La Iglesia considera que la conservación de las cenizas en un lugar sagrado puede ayudar a reducir el riesgo de sustraer a los difuntos de la oración y el recuerdo de los familiares y de la comunidad cristiana.