Fidel Alejandro castro Ruz, hijo del emigrante gallego Ángel Castro, fue el quinto de los nueve hijos que tuvo Ángel con dos cubanas, los dos primeros de su esposa, Maria Luisa Argota (Lidia y Pedro Emilio), y los restantes de la campesina Lina Ruz (Ramón, Angelita, Fidel, Juana, Emma, Raúl y Agustina).
La Familia Castro también vivió en el amor, odio y desacuerdos entre hermanos, hijos y amoríos. Pocas veces a Fidel Castro se le vio junto en público con su familia, salvo a su confidente, hermano y sucesor Raúl, a quien le delegó el mando el 31 de julio de 2006.
Mientras sus hermanas Angelita y Agustina permanecieron en Cuba, Emma fijó su residencia en México cuando contrajo matrimonio con un ciudadano de ese país en 1960. Juana, se exilió en el sur de la florida, era conocida por ser muy crítica del régimen que encabezaron sus hermanos, incluso dejó de hablarles más de 4 décadas. De sus medio hermanos Lidia y Pedro Emilio poco se ha publicado fuera de Cuba y prácticamente nada en la isla.
De la vida privada del líder revolucionario no se conoce mucho. En 1948 se casó con Mirta Díaz Balart, de quien se divorció en 1954 tras tener a su primogénito homónimo y él único que él reconocía públicamente, conocido en la isla como «Fidelito», estudió Física Nuclear en la desaparecida Unión Soviética y estuvo al frente del programa nuclear cubano.
Tras el divorcio de Mirta Díaz y Castro hubo una discusión por la custodia de Fidelito, puesto que Fidel no quería que el niño de cinco años estuviera en contacto con la familia de Mirta, que incluía a su hermano Rafael Díaz Balart, funcionario del gobierno de Batista y enemigo de la revolución en la isla.
En 1961 vivió con la maestra Dalia Soto del Valle, casi 20 años más joven que Castro, rubia y de ojos verdes, con la que tuvo cinco hijos: Alexis, Alexander, Antonio, Alejandro y Ángel.
Entre los romances del líder, el más comentado fue el que tuvo con Natalia Revuelta, una hermosa mujer de la alta sociedad, casada con un médico prestigioso, que se involucró en las actividades de la revolución y de esa relación nació Alina Fernández, quien criticaba a su padre.
Fernández se fue de Cuba en 1993 disfrazada con una peluca y un pasaporte español falso. Posteriormente escribió un libro titulado «La hija de Castro: memorias del exilio de Cuba», donde describía sus sentimientos y criticaba duramente el mandato de su padre.
El libro de Alina creó una división incluso entre los parientes de Castro, Juana interpuso una demanda en España en 1998, en la que argumentaba que el libro la difamaba, así como a los padres de Fidel, la cual un tribunal ordenó a la casa editorial pagarle 45.000 dólares.
A raíz de la enfermedad del expresidente Fidel Castro, comenzó a salir a la luz el apoyo de sus hijos más jóvenes que tuvo con Dalia soto, los cuales no eran tan reconocidos públicamente.