La pelea que protagonizaron las jóvenes ‘pupis’ de Montería tiene un ingrediente pasional. Dos de ellas se estaban peleando el amor de un hombre.
Esta truculenta historia que terminó con demandas en la Fiscalía fue protagonizada por Michel y Sabrina Mahuaad, quienes fueron denunciadas por secuestro e intento de homicidio, y por Camila Mejía Gracia, quien figura como víctima.
El hecho ocurrió el miércoles anterior, pero solo hoy trascendió ante la opinión pública y las fotos de las protagonistas del escándalo se hicieron virales en las redes sociales, donde la comunidad expresó su rechazo por lo ocurrido entre miembros de prestantes familias de la sociedad monteriana.
La citaron para golpearla
Camila Mejìa, quien resultó con múltiples lesiones en el cuerpo, con quemaduras en la cara provocadas por un cigarrillo encendido y con cortadas en su mano, hechas con un tijera, instauró la correspondiente denuncia ante la Fiscalía y espera que se haga justicia por lo que le hicieron las dos hermanas, acompañadas de una tía.
«Yo recibí una llamada de Michel en la que me dice que nos veamos para hablar sobre una discusión que habíamos tenido el domingo, Me puso cita en la bomba de Lucho García y yo llegué a las 12:30 del medio día. Parqueo mi carro y me dirijo al de ella, me subo y esta arrancó por toda la Circunvalar y dobló como si fuéramos para Planeta Rica. Después se desvía hacia Los Pericos y yo empiezo a sospechar que ando anda mal, pues íbamos discutiendo», señala la víctima.
Dice que intentó tirarse del carro, pero que cuando quiso abrir la puerta fue atajada por Sabrina, una hermana de Michel, quien se había parqueado justo detrás de ellos en una camioneta Mazda, gris plomo BT50. «De ahí se bajó su hermana Sabrina, junto a una tía de la cual no recuerdo su nombre, cuando intento salir Sabrina se me tiró encima y entre las tres me comenzaron a pegar en todo el cuerpo, en especial la cara. Intentaban vendarme la cara. Michel tomó una tijera y me cortó todo el pelo, me causó una herida en la mano izquierda, entre los dedos pulgar e índice. Además de eso la tía tomó un cigarrillo, lo prendió y me comenzó a quemar la cara, la espalda, el pecho, los brazos y Sabrina me mordió la nariz, me pegó en la cara y me causó hematomas en el rostro», indicó la victima en la denuncia.
Continuó su relato señalando que le rompieron la ropa después que se cansaron de pegarla y que la dijeron tirada solo con un jean, pues le rompieron la blusa que llevaba puesta.
«Michel le dijo a su tía que se fuera en la camioneta con Andrés Calonge, quien las llevó al lugar y además de Andrés estaba Juan Sebastián Calonge, pero a este último no lo vi sino que lo mencionó Michel», dijo.
Con relación a su retorno a Montería dijo que después de lo ocurrido caminó un poco, llegó a una finca y una señora le regaló una camiseta y esperaron a que se calmara para luego pedirle a un mototaxista que la regresara a la ciudad. Llegó de nuevo a la estación de gasolina a recoger su carro y desde allí llamó a su exesposo para contarle lo sucedido.
La versión de las Mahuad
La polémica tiene tanto de largo como en ancho. Las hermanas Mahuad, hijas de Michelle Mahuad Hernández, naturales de Caucasia y residentes en Montería porque su madre al enviudar se comprometió con el ganadero Hernán Darío Velásquez, tienen su propia versión de la historia.
Sabrina Mahuad, quien ha venido dando declaraciones a distintos medios de comunicación, indicó que ellas también denunciaron a Camila Mejìa por falso testimonio y por injuria porque ella no participó en la agresión, ni su tía.
Señala que efectivamente hubo una pelea entre Camila y su hermana Michel porque la primera le estaba quitando el novio pese a ser una de sus mejores amigas.
Negó que ellas hubieran llegado al lugar y que efectivamente su hermana se encontró con ella en la bomba y que en el carro empezaron a discutir. «Las dos se agredieron y ella también está golpeada», dijo, argumentando que no se trató de ningún secuestro y que ya tienen tres abogados listos para su defensa.
Dios mio hasta donde llegaron estas mujeres peleando un hombre han podido matar, que les caiga todo el peso de la ley, y que Dios las perdones